Córdoba en dos días no da para mucho, pero sí es el tiempo suficiente para hacerte una idea de todo lo que la Ciudad Califal puede ofrecer. Un fin de semana bastó para que acabáramos prendados de esta bellísima urbe cargada de historia, punto de partida perfecto para conocer nuestras raíces árabes.
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Mezquita de Córdoba
La Mezquita de Córdoba (transformada en Catedral durante la Reconquista) es el símbolo por excelencia de la ciudad y uno de los monumentos de arquitectura islámica más importantes de España. No puedes irte de Córdoba sin dejarte hipnotizar por sus arcadas de color rojizo ni pasear por su vistoso patio de los naranjos.

Patio de los naranjos de la mezquita
Tras la invasión musulmana de la península Ibérica, la mezquita se empezó a construir sobre la basílica visigótica de San Vicente Mártir, en torno a 785. Esta basílica era el templo cristiano más importante de la ciudad, que a su vez fue construido sobre uno romano. A lo largo del Emirato y el califato de Córdoba, el edificio fue sufriendo importantes ampliaciones.
En 1238, tras la Reconquista, se consagró como templo cristiano. Pero no fue hasta el siglo XVI, cuando el islam fue definitivamente expulsado de la península, que se adecuó a las creencias religiosas construyendo una catedral en las naves centrales.
Una de las principales características de la mezquita es que su muro de la qibla no está orientado hacia La Meca, como en el resto del mezquitas del mundo, sino 51 grados hacia el sur, algo muy habitual en los templos islámicos de Al-Ándalus.

Mezquita de Córdoba
Alcázar de los Reyes Cristianos
El Alcázar de los Reyes Cristianos es otro de los lugares imprescindibles si visitas Córdoba en dos días. Esta antigua fortaleza se encuentra a escasos metros de la Mezquita y podemos dividir su recorrido en dos partes: los jardines del Alcázar y las torres y murallas.
El Alcázar fue la residencia de los Reyes Católicos durante más de ocho años, y desde allí dirigieron la campaña contra el Reino de Granada. Además, en las dependencias de la Torre del Homenaje, fue donde Cristóbal Colón pidió los fondos para su expedición en 1486.
Los Reyes Católicos acabaron cediendo el inmueble a la iglesia, que lo convirtió en Tribunal del Santo Oficio. En 1812, y tras la abolición de la Inquisición por parte de las Cortes Constituyentes de Cádiz, se convirtió en cárcel civil hasta que en 1931 se destinó a uso militar. Desde 1955 está en manos del Ayuntamiento de Córdoba, que lo ha destinado a la celebración de eventos y exposiciones.
Los jardines es la parte más bonita del Alcázar, sobre todo el paseo de los Reyes. Está bordeado por cipreses y dividido en dos partes por dos estrechos estanques. Aquí también encontramos las esculturas de los reyes que construyeron el Alcázar.
Medina Azahara
Visitar Córdoba en dos días también nos da opción de adentrarnos en las ruinas de la ciudad árabe Medina Azahara. Conocida como el Palacio de Versalles de la Edad Media, esta ciudad palatina se encuentran a 8 kilómetros hacia el oeste de Córdoba, concretamente en Sierra Morena.
Aunque se dice que su construcción está relacionada con la mujer favorita del califa, Azahara (al-Zahrá), lo cierto es que los principales motivos de su edificación son de índole político-ideológicos. El estatus del califa exigía fundar una ciudad, a imagen y semejanza de otros califatos orientales, que simbolizase su poder y superioridad frente a sus grandes enemigos los fatimíes de Ifriqiyya, en la zona norte de África.
Si no tienes coche, llegar hasta Medina Azahara es muy sencillo. Existe un autobús diario con dos paradas: una en el Paseo de la Victoria a la altura de la Glorieta Hospital Cruz Roja y otra en el mismo paseo pero justo en frente del Mercado de la Victoria que te lleva hasta el centro de visitantes. El precio es de 8,50€ y hay descuentos para niños y mayores, por ser residentes en Córdoba, a grupos de más de 20 personas y por hacer la reserva online. Una vez en el centro de visitantes, hay una lanzadera que te lleva hasta las ruinas por 2,10€ (este servicio está incluido si compras el billete anterior).

Casa de Yafar
Por las calles de Córdoba
Pero Córdoba también es una ciudad para pasearla y perderse por las animadas y coloridas callejuelas de la judería o por el zoco.
O para saborear un té moruno en cualquiera de sus vistosas teterías.
O para enamorarte de ella viéndola a través de sus rincones.
O para verla desde lejos apoyado en un extremo del Puente Romano con la Torre Calahorra a tu espalda.

Atardecer sobre el río Guadalquivir
O para degustarla en alguno de sus tradicionales restaurantes y tascas del casco antiguo.
Y como Córdoba en dos días no da para mucho y sabe a poco, espero poder volver pronto a perderme por sus patios y embriagarme con el olor de sus flores.

Flores de Córdoba
*Los horarios y precios de los monumentos podemos encontrarlos en la web de turismo de Córdoba.
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4 Comments
xipo
25 noviembre, 2014 at 16:18No conozco Córdoba, pero mi novia si y es una apasionada de la ciudad, no hace mas que insistirme para ir. La vferdad, que leyendo lo que dices de ella, dan ganas de hacer una escapada por el sur!
Marta Aguilera
1 diciembre, 2014 at 10:43Es una ciudad preciosa Xipo! Tienes que ir ya! 🙂
Alicia Bea
21 noviembre, 2014 at 10:01Gracias por recordarme lo preciosa que es Córdoba. Me han entrado unas ganas locas de volver leyéndote. Cómo tira el sur… ¡Saludos!
Marta Aguilera
1 diciembre, 2014 at 13:32Sí, sí, yo no sé cómo he tardado taaaanto tiempo en volver a visitarla 🙂