Tõnise Holiday House, una encantadora casita rural a pocos kilómetros de Kuressaare, fue nuestro alojamiento durante los dos días que pasamos en la isla de Saaremaa.
Naturaleza, tranquilidad y silencio. Esto fue lo que nos encontramos en Saarema, la isla más grande de Estonia.
Tallín es una ciudad hermosa con un cuidado y acicalado centro histórico que deja con la boca abierta a cualquiera que se deje caer por allí.
El convento de Pühtitsa se encuentra en Kuremäe, y es un centro de peregrinación ortodoxo caracterizado por cinco torres con cúpulas de cebolla verdes.
El Lago Peipsi es uno de los más grandes de Europa y actúa como frontera entre Estonia y Rusia. Parada obligada si se quiere salir de la rutina báltica.
Tartu es la segunda ciudad más importante de Estonia y durante el mes de agosto celebra el tARTuff, un festival de cine de autor y música indie.