Andalucía España

Patios de Córdoba: una tradición Patrimonio de la Humanidad

23 febrero, 2020

Los patios de Córdoba cada vez atraen a más turistas. Y aunque el grueso de estas visitas se hace durante el concurso de los Patios del mes de mayo, cada vez son más los que se acercan a conocerlos fuera de temporada.

En mis anteriores escapadas a Córdoba, nunca había visitado ninguno de sus patios. Pensaba que solo se podían ver durante el concurso o que si nos vas en primavera, no merecían la pena. Sin embargo, durante mi último viaje a la ciudad tuve la oportunidad de hacer una visita guiada por los patios que me dejó chiflada. ¡Qué bonitos son! Y a pesar de verlos en diciembre, ¡estaban llenos de flores! Pero lo mejor de todo es que los vimos solos, sin las hordas de gente que se aglutinan durante los meses de abril y mayo.

patio cordobés repleto de maceteros con flores y plantas y una silla de madera en medio
Patio cordobés

Orígenes de los Patios de Córdoba

Los patios de Córdoba son una de las tradiciones más arraigadas, bonitas y pintorescas de la ciudad andaluza. Los auténticos protagonistas de una forma de vida que surgió en el siglo XIX entre las familias más humildes como consecuencia del éxodo rural. Con el aumento de población en las ciudades se vio la necesidad de aumentar el número de viviendas. ¿Cómo? Dividiendo las casas para poder alquilarlas a cuántas más familias mejor. De esta necesidad surgieron los patios de vecinos y, con ellos, esta colorida costumbre.

Patios de córdoba: estructura y tradición

Los patios son una herencia de las casas islámicas que se caracterizaban por tener una construcción orientada hacia el interior, es decir, hacia el patio. Estaban diseñados para ser el centro de la vida familiar y el lugar de convivencia que daba acceso a las diferentes viviendas que había en una casa.

Cada casa acogía a unas 5 o 7 familias que desarrollaban su actividad familiar en torno al patio. Aquí es donde se encontraban las zonas comunes de la casa: el baño, el lavadero y la cocina. Además, era el acceso a las diferentes viviendas de la casa.

Las paredes de los patios solían (y suelen) estar encaladas y repletas de macetas con flores de todos los tipos, tamaños y colores. Se colocaban en las paredes y no en el suelo para que no las rompieran los niños de la casa. Otro elemento común que tienen casi todos los patios es el pozo y las escaleras que daban acceso a las viviendas de la parte de arriba.

escultura de un hombre ayudando a un niño a cuidar las macetas del patio
Escultura homenaje a los Patios de Córdoba

La herencia de los patios cordobeses queda muy bien plasmada en una escultura muy famosa del barrio de San Basilio. En ella se ve como un abuelo enseña a su nieto a cuidar del patio. El abuelo representa el origen y la tradición de los patios; y el nieto, la frescura de la nueva generación que recoge el conocimiento para seguir adelante con esta preciosa costumbre. Es una escultura muy bonita y llena de significado.

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Concurso de los Patios Cordobeses

Historia del Festival de los Patios de Córdoba

La primera vez que los cordobeses abrieron sus patios al público fue en 1918. Pero no es hasta 1921 cuando se convoca por primera vez el concurso de patios. Tuvo muy poco poder de convocatoria, por lo que el certamen no vuelve a realizarse hasta 1933. Tres años más tarde, el inicio de la Guerra Civil española lo interrumpe y no se recupera hasta 1944. Es entonces cuando se instauran los primeros criterios de valoración basados en la arquitectura y la decoración.

Con el paso de los años, la participación fue creciendo hasta convertirse en una de las festividades más importantes de Córdoba. Es posible que el repentino aumento de interés estuviera motivado por el incremento de la dotación económica de los premios. En 1921, el primer premio era de 100 pesetas; en 1952, de 3.000 pesetas y en 1962, de 8.000 pesetas. Además, a mediados del siglo XX comenzaron a concederse ayudas económicas a los patios no premiados para sufragar sus gastos y fomentar así que siguieran con la encomiable labor del cuidado de los patios.

Los criterios de valoración del jurado han ido evolucionando con el fin de preservar la autenticidad de los patios. Es decir, un patio no está mejor valorado porque incluya una actuación de flamenco a los visitantes u ofrezca servicio de bar. Además, también ha ido aumentando la dotación económica y las ayudas.

Patio cordobés con macetas colgadas de las paredes y una bicicleta
Patio cordobés

En 2012, la UNESCO reconoció la importancia del concurso de Los Patios de Córodoba y los declaró Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Esto les dio tanta fama, que durante los 14 días de concurso hordas de gente se acercan a Córdoba para ver los patios.

En qué consiste el concurso de patios

El objetivo del concurso es premiar los patios más bonitos y mejor cuidados con el fin de salvaguardar esta arraigada tradición cordobesa. Para motivar a los propietarios en esta tarea, se les dan unas ayudas. En la actualidad, los 50 patios que entran a concurso tienen un incentivo que ronda los 1.500€ – 3.000€/año en función de su tamaño. Además, no pagan el IBI y solo la mitad de la factura del agua. Por otro lado, el resto de patios que no entran a concurso, también reciben una pequeña subvención de 200€/año.

El concurso distingue entre dos tipos de patios o categorías:

  • Patios de arquitectura antigua. Han sido construidos hasta la década de los 60 y su estructura está intacta.
  • Patios de arquitectura moderna. Son posteriores a la década de los 60 o han sufrido modificaciones en su estructura.
Pared encalada repleta de macetas con plantas y flores
Florido patio cordobés

Cada categoría cuenta con 8 premios, 4 accesit y una mención especial. La cuantía de los premios no la sé exactamente, pero rondan entre los 4.000€ y los 1.000€. Además, siempre sale a la luz algún otro reconocimiento para tratar de premiar al mayor número de patios posibles. No olvidemos que el objetivo del concurso no es solo premiar los patios más cuidados y bonitos, sino motivar a los propietarios a que sigan cuidándolos para mantener viva esta tradición.

Requisitos para participar en el concurso de patios cordobeses

Llevar un patio a concurso, no es una tarea sencilla. Deben cumplir una serie de requisitos muy estrictos para poder participar. Estos son solo una pequeña muestra:

  1. La casa a la que pertenece el patio debe estar habitada.
  2. Una parte de la casa puede estar destinada a alojamientos turísticos, pero no el 100% de la propiedad.
  3. El dueño de la casa o alguien de su familia debe tener disponibilidad para abrir la casa durante los 14 días que dura el festival de los patios. No puede delegar esta función en otra persona.
  4. El patio debe estar cuidado todo el año, no solo durante los meses previos al concurso.

Comportamiento del visitante

Durante la visita a los patios de Córdoba, tuvimos la oportunidad de hablar con varios propietarios y todos ellos recalcaban la falta de respeto de muchos visitantes. Esta es una festividad que atrae a miles de turistas: una media de 2.500 personas al día pasan por cada patio. ¡Eso es muchísima gente!

Lavadero en un patio cordobés
Lavadero en un patio cordobés

Por eso es importante que recordemos varias cosas cuando los visitemos (ya sea durante el concurso o fuera de él):

  • Los patios se encuentran en viviendas particulares cuyos propietarios abren de forma gratuita para que puedan ser visitados. Por tanto, se pide que el visitante sea respetuoso.
  • También es importante que no tocar las plantas ni cualquier otro elemento del patio.
  • El aforo de los patios es limitado, así que no te entretengas mucho haciendo fotos para que otros visitantes puedan entrar.

Visitar los patios de Córdoba

Con una visita a los patios de Córdoba se aprende sobre una tradición muy popular en la ciudad que va más allá del famoso concurso del mes de mayo. Los patios son cultura, son costumbre, son convivencia… y esto queda muy bien reflejado en las visitas guiadas.

turistas en un patio cordobés
Patio cordobés

Durante el recorrido se visitan cinco de los 50 patios que entran a concurso y que están repartidos entre el barrio de San Basilio y la Judería. Pero lo más valioso de la visita es la oportunidad de poder charlar con sus dueños. Quién mejor que ellos para explicarte toda la idiosincrasia que envuelve esta florida tradición. Sin duda, una de las visitas más interesantes de Córdoba por el trato con sus protagonistas (los propietarios).

Los patios cuentan con flores muy diversas y los propietarios tratan de adaptarlas a la época del año. Sin embargo, los ejemplares que más se repiten son los geranios, que crecen hacia arriba, y las gitanillas, que crecen hacia abajo. Ambas son flores muy resistentes al calor, y eso en Córdoba hay que tenerlo muy en cuenta.

Si decides visitar los patios fuera de las fechas del concurso, te aseguro que disfrutarás mucho más de ellos. Podrás ir a tu ritmo, sin agobios y con la tranquilidad de poder hablar con sus propietarios sin prisas. ¡Una gozada!

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