Alcalá la Real, ubicada en la Sierra Sur de Jaén, es el destino ideal para una escapada de fin de semana. Rodeada por extensos campos de olivos, esta ciudad ha sido testigo de un cruce de culturas a lo largo de los siglos. El legado de un pasado musulmán y cristiano se vive al recorrer sus calles y monumentos, y queda perfectamente inmortalizado en la imponente Fortaleza de la Mota.
Uno de los mayores atractivos de esta ciudad andaluza es que combina su histórico pasado con el encanto de sus miradores, con las curiosidades de sus museos, con la preciosa arquitectura modernista de sus palacetes y con una deliciosa gastronomía basada en productos locales.
Si quieres saber qué ver en Alcalá la Real en un fin de semana, ¡quédate que te lo cuento!
Dónde está y cómo llegar a Alcalá la Real
Pero antes de nada, déjame que te ubique. Alcalá la Real está situada al sur de la provincia de Jaén, en la comunidad autónoma de Andalucía, y se encuentra en una posición estratégica entre las ciudades de Granada y Córdoba. Esta ciudad histórica forma parte de la comarca de la Sierra Sur de Jaén, un área conocida por su belleza natural y sus vastos campos de olivos. Gracias a su ubicación, Alcalá la Real es un punto de encuentro entre distintas rutas y culturas que han dejado su huella a lo largo de los siglos.
La forma más cómoda y sencilla de llegar a Alcalá la Real es en coche.
- Desde Madrid: 400km y unas 4 horas.
- Desde Jaén: 70km y alrededor de 1 hora.
- Desde Córdoba: 110km y 1’5 horas.
- Desde Granada: 50km y unos 45 minutos.
En transporte público no es demasiado accesible, sobre todo si solo vas a estar un fin de semana, ¡pero no es imposible! Es importante que sepas que Alcalá la Real no tiene estación de tren, por lo que la manera más fácil de llegar desde Madrid, por ejemplo, sería cogiendo un tren a Córdoba o Granada y desde ahí o bien alquilar un coche o coger un bus a Alcalá la Real. Al parecer desde Granada hay bastantes autobuses de línea que hacen este trayecto.
Dónde alojarse en Alcalá la Real
Si buscas un alojamiento cómodo y con encanto en Alcalá la Real, el Hotel Boutique Palacio de la Veracruz es la opción perfecta. Se encuentra en pleno casco histórico y a muy pocos pasos de lugares emblemáticos como el Palacio Abacial, el paseo de los Álamos o la Iglesia de la Consolación.
Este hotel se encuentra alojado en un edificio de estilo modernista de principios del siglo XX, que en sus orígenes fue un corral de comedias del siglo XVII. Un lugar que a pesar de haber sido reformado y adaptado a las necesidades actuales, tiene un pasado histórico que le imprime un encanto muy especial.
Las habitaciones son muy amplias, tienen una decoración moderna pero nada recargada y te sientes como en casa. La cama es comodísima y la ducha una fantasía: buena presión y una mampara con el tamaño perfecto para no salpicar.
Aunque no tiene servicio de desayuno, sí que cuenta con un corner con algunos bollos y una máquina de café que te pueden sacar de un apuro. Y si lo que te apetece es desayunar tranquilamente, quédate que más abajo te cuento donde fuimos nosotras.
Qué ver en Alcalá la Real en un fin de semana
Ya ubicados e instalados, llega el momento de empezar a enumerar todas las cosas que se pueden ver en Alcalá la Real en un fin de semana. ¡Empezamos!
Fortaleza de la Mota
La Fortaleza de la Mota es el monumento más icónico de Alcalá la Real. Esta impresionante construcción, que dominó la frontera entre los reinos de Granada y Castilla durante más de 150 años, es una verdadera joya arquitectónica que te lleva de viaje a través de los siglos. Declarada Monumento Nacional en 1913 y Bien de Interés Cultural, este complejo fortificado es una parada obligatoria para adentrarse en la historia de la región.
La Fortaleza de la Mota se levanta sobre un cerro que domina el paisaje de Alcalá la Real, y su origen se remonta a la época musulmana. Fue un lugar estratégico durante la Reconquista, marcando la última frontera entre Al-Ándalus y los territorios cristianos. Tras la conquista cristiana en 1341, pasó a convertirse en la sede de la Iglesia Mayor Abacial y el centro neurálgico de la ciudad. Durante siglos, esta fortaleza protegió a sus habitantes y jugó un papel clave en la defensa de la ciudad. Ya solo por el peso de su pasado histórico, es un lugar que hay que ver en Alcalá la Real, sí o sí.
Cómo visitar la Fortaleza de la Mota
La Fortaleza de la Mota está situada en el punto más alto de Alcalá la Real y como tiene párking gratuito junto a las taquillas, merece mucho la pena subir en coche.
Te aconsejo reservar al menos 3h para visitarla y recorrerla en condiciones, aunque ya te voy avisando de que es muy probable que se te vaya toda la mañana o la tarde. En la web de turismo de Alcalá la Real puedes consultar las tarifas, los horarios, así como todos los puntos visitables de la fortaleza.
Existen dos formas de visitar la Fortaleza de la Mota:
- Por libre con una audio guía. Una opción perfecta si no tienes mucho tiempo y prefieres ir a tu ritmo pero enterándote de todo lo que sucedió allí.
- En una visita guiada que puedes reservar desde aquí y que es la opción que te recomiendo si dispones de al menos 2h 30 min para dedicarle a la fortaleza. Esta visita incluye el acceso a la fortaleza por la Ciudad Oculta, es decir, a través de los túneles que utilizaron los cristianos en el siglo XIV para conquistarla y expulsar a los musulmanes. Es un extra opcional, pero que merece mucho la pena.
Explorando la Fortaleza de la Mota
Con toda la mañana o la tarde por la delante, llega el momento de empezar a explorar la Fortaleza de la Mota. A lo largo del recorrido podrás visitar las torres y disfrutar de unas vistas de cine de Alcalá la Real; recorrer la Alcazaba y también la Iglesia Mayor Abacial, que aunque su interior está en ruinas, merece muchísimo la pena. Sin duda, visitar la Fortaleza de la Mota es lo más importante que vas a ver en Alcalá la Real en un fin de semana.
Situada a 1.033 metros de altura, esta fortaleza es una de las ciudades amurallas más grandes de Andalucía. Su acceso principal es la Puerta de las Lanzas, seguida de la Puerta de Carnicerías. Sin embargo, yo te propongo acceder por la Ciudad Oculta. Este es un extra solo contemplado en la visita guiada que te permite atravesar 120m de túneles excavados por los cristianos en el siglo XIV para conquistar la fortaleza y expulsar a los musulmanes. Una experiencia súper inmersiva para que te metas de lleno en la historia de la fortaleza.
La Alcazaba
La Alcazaba era la morada del gobernador y es una de las zonas más importantes de la fortaleza. Está formada por tres torres unidas por murallas entorno al Patio de Armas: la Torre del Homenaje, de 20 metros de altura y que alberga la sala del homenaje, la Torre de la Campana y la Torre Mocha, que es la más bajita de las tres. Desde la Torre del Homenaje, puedes disfrutar de unas vistas espectaculares de toda la comarca.
Iglesia Mayor Abacial
Aunque hoy en día se encuentra en ruinas, la Iglesia Mayor Abacial fue un gran templo de origen gótico que destacaba por su torre de 42 metros. Durante la Guerra de la Independencia fue utilizada como polvorín por los franceses, que cuando se marcharon le prendieron fuego. Después pasó a ejercer la función de cementerio local hasta 1953. Hoy en día se pueden ver los restos de las tumbas en el suelo de la nave central.
Cada día, a las 12pm, proyectan en su interior un vídeo sobre su historia. Te aconsejo que hagas coincidir tu visita con él porque es muy interesante.
Casco histórico
Aunque la Fortaleza de la Mota es la niña bonita de Alcalá la Real, su casco histórico tampoco se queda atrás. Pasear por sus calles salpicadas de edificios modernistas y por el paseo de los Álamos; visitar la majestuosa Iglesia de de la Consolación o el imponente Palacio Abacial; conocer la leyenda de la Fuente de la Mora o contemplar la ciudad dominada por la fortaleza desde cualquiera de los miradores del Barrio de las Cruces, son algunos de los atractivos que hay que ver en Alcalá la Real en un fin de semana. ¡Vamos a ello!
Palacio Abacial
Este precioso edificio barroco con influencias neoclásicas fue construido en el siglo XVIII, coincidiendo con el traslado de los habitantes de Alcalá la Real desde la Fortaleza de la Mota hacia la parte baja de la ciudad. Cuando el abad Esteban Lorenzo Mendoza y Gatica decidió convertir este lugar en su residencia oficial, marcó el abandono definitivo de la fortaleza que quedó completamente deshabitada desde ese momento.
Aunque sufrió daños durante la Guerra Civil, fue restaurado y ha tenido varios usos a lo largo del tiempo, como instituto y archivo. Actualmente alberga la oficina de turismo, el Conservatorio de Música “Pep Ventura” y el interesante Museo Arqueológico, que recorre el patrimonio y los vestigios de Alcalá la Real desde la prehistoria hasta la época musulmana a través de diversas salas. Entre las joyas que se pueden encontrar en él destaca “El Tesorillo”, un ajuar hispano-musulmán compuesto por joyas y monedas de la época califal. Se encontró enterrado en los campos de Ermita Nueva y es el mayor tesoro que guarda este museo.
Iglesia de la Consolación
También conocida como Iglesia de Santa María la Mayor, es uno de los templos más importantes de Alcalá la Real. Se trata de una obra monumental de estilo renacentista que fue terminada en el siglo XVIII, convirtiéndose entonces en la sede de la iglesia Mayor Abacial tras el abandono de la Fortaleza de la Mota.
Aquí se venera a la Virgen de las Mercedes, que es la absoluta protagonista de este templo y patrona de Alcalá la Real. Es más, no trates de buscar a la virgen de la Consolación, porque no la vas a encontrar.
Se encuentra ubicada en pleno centro de Alcalá la Real: en el cruce entre el cerro de la Mota y el de las Cruces y en la unión del norte y el sur de la ciudad. Así que no hay excusa para que no la incluyas en tu ruta de imprescindibles que hay que ver en Alcalá la Real en un fin de semana.
Justo frente a la iglesia se encuentra la preciosa Fuente de la Mora que recuerda la leyenda sobre un amor imposible entre un soldado cristiano y una chica musulmana durante el asedio a la antigua ciudad amurallada. Una historia bastante trágica en la que la joven sale bastante mal parada, aunque el soldado se venga del padre de la chica contándole cada día la historia de amor con su hija.
Fuente Pilar de los Álamos
Esta fuente renacentista, construida en 1552, fue la primera obra civil construida cuando se abandonó la Fortaleza de la Mota. Está dividida en tres partes: la almena con diez merlones en su parte superior, el cuerpo con el escudo de la ciudad y el pilón con cuatro caños.
En la leyenda de la orla del escudo de Alcalá (en el medio del frontis) se puede leer “llave, guarda y defendimiento de los reinos de Castilla”, título concedido por los Reyes Católicos a la ciudad por su papel desempeñado en años anteriores a la toma de Granada.
Palacete de la Hilandera
Este palacete es una de las joyas modernistas de Alcalá la Real. Fue diseñado a principios del siglo XX por Manuel López de la Morena, un albañil que como no era arquitecto no pudo firmar el proyecto y por eso lo hizo un amigo suyo que sí lo era. Con el tiempo quedó abandonado hasta que en el año 2000 lo compró una familia que decidió restaurarlo. Actualmente solo se puede acceder a él mediante una visita guiada que puedes reservar desde aquí.
Por cierto, a pesar de lo que su nombre sugiere, en este lugar no se cosía. Sin embargo, se llama así porque en este barrio se ubicaban los talleres de las hilanderas durante la época musulmana. El interior tiene muebles y elementos de la época y para mí las partes más bonitas son la preciosa escalera de caracol, el patio con azulejos y la entrada.
Miradores de Alcalá la Real
El precioso barrio de las Cruces es uno de esos rincones con un encanto especial. Sus calles empinadas y estrechas, llenas de casas encaladas y macetas coloridas, invitan a pasear sin prisa. En sus puntos más altos se encuentran varios miradores con unas vistas espectaculares de la ciudad dominada por la Fortaleza de la Mota.
Nosotras nos acercamos a dos de ellos: el mirador de San Marcos y el mirador de la Cruz del Rayo. Desde ambos puntos, tendrás una panorámica única del mar de olivos que rodea la ciudad y de la majestuosa Fortaleza de la Mota. Son paradas obligatorias para los amantes de la fotografía y otro de lugares que hay que ver en Alcalá la Real en un fin de semana.
Qué hacer en los alrededores de Alcalá la Real
Una forma estupenda de seguir conociendo Alcalá la Real es participando de sus “Experiencias Km 0”. Estas suelen estar enfocadas al turismo agroalimentario y son el complemento perfecto a una visita cultural.
Museo del Aceite de Oliva
Jaén es sinónimo de olivos, de aceituna y, cómo no, de aceite de oliva. Por eso, una de las mejores cosas que puedes hacer si visitas Alcalá la Real es acercarte al Museo del Aceite de Oliva. La estrella indiscutible de este lugar es un viejo molino de 1914 en torno al que gira toda la exposición. Este museo se encuentra a unos 4km de la ciudad y aunque es pequeñito, es perfecto para conocer el proceso de producción del aceite de oliva virgen extra. Además, la visita se inicia con un pequeño paseo entre olivos ecológicos y centenarios desde donde hay una vista preciosa de la Fortaleza de la Mota.
El Museo del Aceite de Oliva pertenece a Alcalá Oliva, una almazara familiar que produce un aceite riquísimo que podrás catar al final de la visita. Además del tradicional, elaboran aceites con sabores muy especiales: de ajo, de trufa, de chiles, de limón… Están espectaculares y no pude resistir la tentación de traerme una botella para seguir degustándolo en casa.
Si te apetece incluir un poco de oleoturismo en tu escapada a Alcalá la Real, puedes reservar una visita en su web.
Quesería Quesos Sierra Sur
Si te gusta el queso, estás en el lugar indicado. A pocos kilómetros de Alcalá la Real, en la aldea de Ermita Nueva, se encuentra la quesería Quesos Sierra Sur. Este negocio familiar lleva elaborando quesos y yogures de manera artesanal desde 1994 y parte del secreto de su éxito es que toda la leche que utilizan procede de ganaderos locales.
Durante tu visita, no solo podrás conocer de primera mano el proceso de elaboración y conservación de estos productos, sino que podrás hacer una pequeña cata donde comprobarás porqué son quesos tan laureados. Te aseguro que el sabor auténtico y la calidad de sus productos harán que quieras llevarte un buen surtido a casa. ¡Yo lo hice!
Si te apetece probar esta “Experiencia KM 0” te aconsejo que les llames para reservar. Aunque estas visitas no forman parte de su negocio actual, están encantados de recibir visitantes para dar a conocer su producto. La visita a la quesería y la cata tiene un precio de 6€.
Esencia Andalusí
Otra “Experiencia KM 0” que puedes hacer durante tu escapada de fin de semana a Alcalá la Real es acercarte a Esencia Andalusí. Esta empresa fabrica su propio aceite de oliva entre otros productos gourmet.
Aquí también organizan catas y nosotras realizamos una de aceites bastante diferente. Nos dieron a probar 9 tipos de aceites de calidades diversas. Incluso llegamos a probar uno de aguacate que estaba delicioso.
Dónde comer en Alcalá la Real
Ahora que ya sabemos todo lo que hay que ver en Alcalá la Real en un fin de semana, es el momento de descubrir dónde comer. Porque igual de importante es visitar lugares bonitos y con historia, como deleitarse con una rica gastronomía con productos de la zona. Así que toma nota de estas cuatro recomendaciones porque te van a encantar.
- Churrería del Parque. Este sitio es perfecto para desayunar y empezar el día con la pila bien cargada. Su especialidad son los churros, pero las tostadas con tomate, aceite (de Alcalá Oliva) y jamón son el mejor combustible para un día de pateo por Alcalá la Real. Está en el parque de los Álamos, justo al lado de Casa Montañés.
- Casa Montañés. Este restaurante es famoso por sus embutidos. Se encuentra dentro del parque de los Álamos y tiene una terraza muy agradable. Mi consejo es que pidas una tabla de embutidos artesanales, pues es su especialidad ya que llevan elaborándolos desde 1918 ¡ahí es nada! Y también un tomatito aliñao, si es época, claro. Las croquetas de jamón también están buenísimas.
- Rincón de Pepe. Gastronomía casera con producto de proximidad. Este es el mayor reclamo de este restaurante alcalaíno. Salmorejo, empanadillas de rabo de toro, lomo de orza, queso del Premio de Quesos Sierra Sur, un guiso típico de Alcalá la Real que se llama “secretario” y unos postres caseros de la Dulcería La Tejuela que están exquisitos.
- El Quinto de Cabildo. Esta taberna está en la plaza del ayuntamiento y también ofrece platos tradicionales. Es perfecto para comer de raciones o para tomar el aperitivo porque te ponen una buena tapa.
Como ves, Alcalá la Real es la escapada perfecta para un fin de semana. Además de un patrimonio y una historia fascinantes, su deliciosa gastronomía y la belleza de sus paisajes convierten a esta joya de la Sierra Sur de Jaén en una experiencia inolvidable. Así que, no te lo pienses más y prepara las maletas para déjate llevar por la magia de este tesoro andaluz.
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