El valle de Aísa es uno de los más tranquilos y desconocidos del Pirineo aragonés. Se encuentra en la comarca de La Jacetania y da acceso a una de las cumbres más famosas de la zona: el pico de Aspe o Garganta de Aísa (2.645 m).
Este bonito valle glaciar está formado por tres localidades y una estación de esquí: Esposa, Sinués, Aísa y Candanchú. Además, está rodeado de imponentes cumbres como Llana de la Garganta y Llana del Bozo, que junto al pico de Aspe forman un perfil montañoso muy reconocible entre los montañeros de la zona.

El valle de Aísa es el escenario ideal para los amantes de la naturaleza y una de las excursiones estrella si te encuentras en Jaca o en otro pueblo de la comarca. En este enlace te dejo varias sugerencias de alojamiento para que elijas la que mejor se adapte a tus necesidades.
Ruta al ibón y al dolmen de Izagra
Esta ruta por el valle de Aísa es tan bonita como sencilla, por eso es perfecta para hacer con niños o con adultos que se quieran iniciar en el maravilloso mundo del senderismo. Si este no es tu caso porque ya eres un experto montañero, puedes complicarla un poco más subiendo al pico de Aspe o llegando al refugio de Lizara, por ejemplo.
- Tipo de ruta: Circular
- Distancia: 9,6 km
- Desnivel: 500 m
- Tiempo estimado: 2 horas
- Dificultad: Fácil
- Track de Wikiloc
Esta interesante ruta comienza en el párking de La Cleta, que se encuentra al final de la carretera que sale de Aísa. No tiene pérdida, ya que Google Maps geolocaliza el aparcamiento sin problema. Esta vía está cortada por una valla que marca el inicio del puerto de Aísa.
Desde aquí sale una pista asfaltada que salva bastante desnivel en muy pocos metros. Mi consejo es que te desvíes a mano derecha (está indicado) para subir sorteando pequeñas pozas, ya que el camino de subida es bastante más agradable. Aunque no está bien señalizado, no tiene pérdida porque solo hay que seguir el curso del río Estarrún.

Para volver a la pista oficial hay que cruzar el río por un puente. En ese momento se abre ante el visitante un hermoso paisaje donde se unen los barrancos de Igüer y Rigüelo. Nos adentramos en el valle sin abandonar el sendero y seguramente encontremos un montón de vacas pastando y dormitando tranquilamente.

Al final del sendero sale un desvío a la derecha que sube hasta alcanzar la GR 11. En este cruce seguimos la GR hacia la izquierda para llegar a nuestros objetivos: el ibón y el dolmen de Izagra. En el siguiente cruce de caminos hay una señal que indica el dolmen hacia un lado y el ibón hacia otro. Ve a ver primero el que más rabia te dé. Nosotros tiramos de frente para llegar hasta una enorme planicie donde antiguamente se encontraba el ibón de Izagra, que ahora está colmatado.

Retrocede sobre tus pasos y sube hacia el dolmen. Aquí encontrarás cuatro bloques de arenisca rojiza que datan del siglo III a.C. y que representan un lugar de enterramiento neolítico. A pesar de haber sido expoliado, durante su excavación se encontraron varios restos óseos humanos.

El camino de vuelta al párking de La Cleta se hace siguiendo la GR 11 por una senda que corta el barranco de Igüer. Desde aquí hay unas vistas preciosas del valle, así que tómate un rato para contemplarlas antes de continuar. Cuando llegues a la altura de un cruce múltiple es el momento de bajar hacia el valle. No te preocupes porque está perfectamente indicado. Desde aquí ya solo queda deshacer lo andado, y bajar por la ancha pista asfaltada hasta el coche.
Un paseo por Aísa
Aunque las rutas siempre terminan cuando llegas al coche, esta no está completa hasta que no das una vuelta por el precioso pueblo de Aísa. Es una parada perfecta para comer después de la caminata o para tomar un café si decidiste almorzar durante el paseo.

Aísa se encuentra a orillas del río Estarrún y da nombre a este desconocido valle del Pirineo aragonés. La mayoría de sus casas se encuentran en un excelente estado de conservación, así que merece mucho la pena perderse por sus callejuelas para empaparse de la arquitectura tradicional del Pirineo aragonés. Tras un rápido paseo por Aísa, enseguida te das cuenta de porqué es uno de los pueblos con más encanto de la provincia de Huesca.

Uno de los rincones más famosos y fotografiados de Aísa es la iglesia de la Asunción. Es una construcción barroca del siglo XVIII que se encuentra en pleno centro. Su torre de planta cuadrada coronada por un chapitel piramidal, dibuja la silueta de este coqueto y tranquilo pueblo del Pirineo.
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