Decir que hemos visitado los pueblos más bonitos del Périgord Negro es una afirmación bastante ambiciosa. Sin embargo, y aunque pueda parecer lo contrario, ¡no es mentira! pues los pocos que pudimos conocer cuentan con el sello de Le Plus Beaux Village de France. Nos hemos dejado un par en el tintero, pero eso no es más que una excusa para volver a recorrer esta preciosa zona.
Pero antes de nada vamos a situarnos. Nos encontramos en Dordoña, al suroeste de Francia y en la región de Nueva Aquitania. Este departamento francés recibe su nombre del río Dordoña (lo atraviesa de este a oeste) y abarca lo que antiguamente era la provincia del Périgord. Está dividido en cuatro prefecturas: Périgord Noir (negro), Périgord Blanc (blanco), Périgord Vert (verde) y Périgord Pourpre (púrpura). Nosotros nos centramos en el Negro, que recibe este nombre por los espesos bosques de castaños y encinas que dominan el entorno.
La economía de Dordoña está volcada, principalmente, en la agricultura y la ganadería, sobre todo la aviar con su famoso foie-gras de canard. Lo que significa, traducido en términos turísticos, que goza de una gastronomía excelente. Degustamos vinos muy ricos, propios de Bergerac, probamos exquisiteces en torno al pato (foie, confit, magret…), la trufa, las nueces, las setas… ¡Una delicia!
El valle de Dordoña tiene un amplio patrimonio natural y cultural: valles, acantilados, castillos, bastidas… De hecho, en esta zona se encuentran diez de los pueblos más bonitos de Francia y más de la mitad pertenecen a la zona del Périgord Negro. La buena conservación de sus cascos históricos y sus orígenes medievales los convierten en auténticas joyas que hay que visitar. ¿Me acompañas?
Pueblos más bonitos del Périgord Negro
Durante la Edad Media, Dordoña fue una importante zona de conflicto en la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra. Por este motivo está salpicada de castillos fortificados y bastidas. De hecho, en su día hubo más de 1000 castillos de los que se conservan apenas un centenar. Si no te apetece hacer la visita por libre o no tienes coche, puedes unirte a este tour por los pueblos de la Dordoña.
Sarlat-la-Canéda
Es la capital del Périgord Negro y el punto de partida perfecto para descubrir la multitud de riquezas turísticas de la zona. Nosotros nos quedamos en estos apartamentos que son casitas individuales. Los recomiendo al 100% porque son muy limpios, los dueños son un encanto, tienen porche, están equipados con todo, tienen piscina y están en un bonito entorno natural.
Sarlat-la-Canéda presume de ser uno de los conjuntos medievales más bonitos de Europa. De hecho, gracias a su buena conservación, esta ciudad ha sido escenario de varios largometrajes ambientados en el medievo como La hija de D’Artagnan (1994) o Juana de Arco (1999).
Sarlat-la-Canéda es la ciudad que concentra el mayor número de monumentos históricos de Francia. Cuenta con un total de 65 como Manoir de Gisson, la catedral de Saint-Sacerdos o la Maison de La Boétie lo que hace que pasear por su casco histórico sea una delicia. Así que mi consejo es que te pierdas por las calles adoquinadas del centro y te sientes en la plaza de la Libertad para empaparte del buen ambiente de esta ciudad.
Si te apetece hacer diferente, te animo a que alquiles una bici para recorrer la zona. Nosotros lo hicimos en Liberty Cycle y nos decantamos por la Vía Verde (Voie Verte), que son 50 km de ida y vuelta. Es un paseo sencillo y tranquilo en el que vas pasando por pueblos muy bonitos como Carsac-Aillac. A lo largo del recorrido encontrarás mesitas para hacer un picnic, así que ve preparado. Hay otras rutas con diferentes recorridos y distancias para que elijas la que más te apetezca.
Beynac-et-Cazenac
Es uno de los pueblos más fotogénicos del Périgord Negro. Se encuentra a orillas del río Dordoña y está coronado por uno de los castillos más auténticos y mejor conservados de la región. Además, la historia de esta preciosa villa está muy ligada a su fortaleza, pues durante la Guerra de los Cien Años fue el escenario de multitud de batallas entre Francia e Inglaterra.
La visita a Beynac-et-Cazenac comienza a orillas del río, desde donde tenemos una estupenda panorámica del castillo dominando (y observando) el valle de Dordoña. Ahora sí, toca salvar una pronunciada subida entre estrechas callejuelas adoquinadas y casitas con fachadas color ocre y tejados negros.
El castillo se puede visitar y ofrece unas de las mejores vistas del valle bañado por el río Dordoña. Mi consejo es que consultes el horario del castillo para que no te pase lo mismo que a nosotros: llegamos cuando estaban cerrando las puertas. Aún así, disfrutamos mucho del paseo por el pueblo y encontramos un pequeño mirador que hizo que mereciera la pena subir hasta allí a pesar de encontrar el castillo cerrado.
Si te apetece hacer alguna actividad acuática, Beynac-et-Cazenac es tu lugar. Aquí podrás alquilar una piragua o una canoa e incluso navegar a bordo de una gabarra, una embarcación tradicional que se dedicaba al transporte de mercancías.
Castelnaud-la-Chapelle
Nos encontramos frente a otro de los pueblos más bonitos del Périgord Negro. Una vez más, el aire medieval, el entramado de callejuelas adoquinadas y las casitas de piedra en perfecto estado de conservación, se apoderan de la visita.
El château de esta villa domina este lado del valle de Dordoña, es decir, es la némesis del castillo de Beynac y por tanto una pieza clave durante la Guerra de los Cien Años. Está en perfecto estado de conservación y la visita es muy interesante. Te aconsejo que consultes sus horarios antes de planificar la visita. En su interior hay un montón de recursos interactivos y en el patio se hacen pequeñas demostraciones de forja, de tiro con ballesta y otras armas medievales.
El château des Milandes es otro de los grandes reclamos de Castelnaud. A nosotros no nos dio tiempo a visitarlo, pero nos quedamos con muchas ganas de conocerlo. ¡Ya tengo otra buena excusa para volver!
La Roque-Gageac
Construido al pie de un acantilado y bañado por el Dordoña, nos encontramos frente a otro de los pueblos más bonitos del Périgord Negro y de Francia. No hay una ruta marcada para conocerlo, así que déjate llevar y piérdete por sus estrechas callejuelas empedradas. Te sorprenderán las fachadas cubiertas de flores, un jardín exótico junto a la iglesia y unas preciosas vistas del río.
A las afueras se encuentra el Castillo de la Malartrie, pero no se puede visitar. Es de estilo renacentista y la residencia de los Saint-Aulaire, una ilustre familia de diplomáticos de Périgord.
Al igual que Beynac, este pueblo es otra buena opción para practicar actividades náuticas como el kayak, la canoa o pasear en gabarra. Son una buenísima opción para recorrer disfrutar de la zona desde otro punto de vista.
Domme
Esta ciudad fortificada o bastida está localizada en lo alto de un acantilado y desde su privilegiada posición domina todo el valle de Dordoña. Sin duda, este es otro de los pueblos más bellos de Francia y una visita imprescindible dentro de la ruta por el Périgord Negro.
Esta pequeña y preciosa villa se encuentra en perfecto estado de conservación y prueba de ello es que sigue en pie una parte de la muralla y de las puertas de entrada como la Porte des Tours (Puerta de la Torre). En su interior aún se pueden ver los grabados que tallaron los templarios encarcelados.
Uno de los imprescindibles de Domme, además de pasear por su centro histórico, deleitarte en todos sus comercios y disfrutar de las vistas del valle, es la cueva que hay bajo la Place de la Halle. Esta galería de 400 metros es la mayor cueva natural del Périgord Negro y su entrada está junto a la oficina de turismo.
Ciudad troglodita de La Roque Saint Christophe
Aunque no es uno de los pueblos más bonitos del Périgord Negro, nos acercamos hasta aquí para visitar su ciudad troglodita. Fue ocupada desde la Prehistoria hasta el principio del Renacimiento y se encuentra tallada en el acantilado de Vézère. Se extiende a lo largo de 1 km y está formada por 5 terrazas excavadas en la pared caliza por la erosión del río desde hace 60 millones de años y por la acción del hielo sobre la cal durante los periodos glaciares de la era cuaternaria.
Durante el siglo XX se hicieron varias excavaciones arqueológicas que han permitido conocer la sucesión de los periodos de ocupación de este lugar. Se cree que el primer ocupante fue el hombre de Neandertal (50.000 años a.C.) y tras la sedentarización humana en el Neolítico (3.000 años a.C.) fue ocupada ininterrumpidamente hasta el Renacimiento. En 1558 este lugar fue destruido por las Guerras de Religión.
A lo largo de la visita se recorren diferentes lugares importantes, sobre todo durante la Edad Media pues este fue el momento álgido de esta ciudad troglodita. La zona de la forja, el matadero, el secadero, máquinas medievales, el torno, la cocina… Una visita diferente y original para no saturarte con tanto Château y pueblo medieval.
Sigue recorriendo el Périgord Negro
Como decía al principio, esta zona está plagada de lugares preciosos pero la falta de tiempo no nos permitió recorrerlos todos. Aún así, quiero dejarte reseñados algunos de los que completan la lista de los pueblos más bonitos del Périgord Negro.
- Belvès. Es conocida como la ciudad medieval de los 7 campanarios y cuenta con la interesante visita a 8 viviendas trogloditas. También tiene un precioso château medieval y una historia ligada a las invasiones y guerras de la zona. Además, esta hermosa villa es otra de las que engrosan la lista de los pueblos más bellos de Francia.
- Saint-Cyprien. Goza de una situación privilegiada: en una colina a orillas del río Dordoña. Sus callejuelas en ascenso, su mercado y las fachadas de su casas en perfecto estado de conservación, le dan a este pequeño pueblecito un encanto muy especial.
Hemos llegado al final de nuestra ruta por los pueblos más bonitos del Périgord Negro. Una zona que nos ha sorprendido y gustado a partes iguales y a la que esperamos regresar muy pronto. Pero también nos ha dejado con muchas ganas de seguir conociendo otras prefecturas del Périgord. ¡Volveremos!
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2 Comments
Isa
23 marzo, 2023 at 13:12me ha encantado! en cuantos días pudisteis verlo y donde os alojasteis? gracias
Marta Aguilera
23 marzo, 2023 at 13:26Hola! Lo cierto es que es una zona preciosa. Estuvimos 3 días en Semana Santa y es muy buena época para ir. Nos quedamos en unos apartamentos con porche en Sarlat la Caneda. En el artículo pongo donde nos quedamos y el link.
Un saludo!