Una excursión al osario de Sedlec o al castillo de Karlstein son la excusa perfecta para adentrarse un poco más en la bonita Bohemia Central. Situados a apenas un hora en coche de Praga, son dos lugares de visita obligada y la alternativa perfecta para salir del caos que la envuelve.
Guirnaldas de calaveras, columnas decoradas con fémures y una enorme lámpara de araña con al menos un ejemplar de cada hueso humano. Así es el Osario de Sedlec, una capilla de huesos a 2,5 km de Kutná Hora. Se cree que este tétrico lugar es una tumba común donde yacen los huesos de unas 40.000 personas. Todos están estratégicamente colocados para decorar el santuario, no como en el osario de Brno, que están simplemente almacenados.
Historia del osario de Sedlec
Los orígenes de este curioso y macabro lugar se remontan al siglo XIII. Un abad del monasterio cisterciense trajo tierra de Jerusalén y la esparció por el cementerio del monasterio. Esto provocó que el campo santo se hiciera famoso y mucha gente quisiera estar allí enterrado. Pero el problema vino con la epidemia de peste en el siglo XIV. La demanda de parcelas en el cementerio se disparó y los huesos comenzaron a amontonarse. Se decidió trasladarlos a la capilla de Todos los Santos para que funcionase como osario.
En 1870, la familia Schwarzenberg compró esta propiedad y le encargó al tallista František Rint que reorganizase los huesos del osario. El resultado del macabro rediseño de Rint es espectacular y una verdadera obra de arte sacra.
Vista al osario de Sedlec
El osario está presidido por un altar adornado con cálices, cruces, huesos y calaveras. Además tiene cuatro capillas presididas por sendas pirámides de huesos gigantes. Y no podía faltar el escudo de armas de la familia Schwarzenberg. En la esquina derecha aparece un cuervo dando un picotazo al ojo de un soldado turco. Esta imagen representa la victoria de la familia sobre los turcos en la batalla de Raab en 1591. Tampoco podía faltar la firma ósea de František Rint, el autor, al pie de la escalera.
Un paseo por Kutná Hora
Durante nuestra visita a Kutná Hora, también conocimos la catedral de la Virgen de la Anunciación y la catedral de Santa Bárbara. La primera pertenece al barroco gótico y nos dejó bastante fríos, aunque está declarada Patrimonio Mundial por la Unesco.
Por el contrario, la catedral de Santa Bárbara, patrona de los mineros, nos gustó muchísimo. Es una de las iglesias góticas más elegantes de Europa y está casi a la par con la catedral de Praga en cuanto a majestuosidad y altura. Pero lo mejor, sin ninguna duda, es su exterior. Desde su terraza se pueden contemplar unas preciosas vistas de la ciudad. Además, en uno de sus laterales hay un bonito camino franqueado por enormes estatuas.
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1 Comment
@lacosmopolilla
26 noviembre, 2015 at 13:21Madre mía, tétrico tétrico, ¿luego no tuviste pesadillas? Eso sí, el paisaje verde y el castillo es una preciosidad. Reitero mis ganas de volver a la República Checa y acercarme a Kutna Hora.
Besotes