Tras varios días recorriendo las abarrotadas calles de Praga, ¡nos merecíamos un respiro! Así que pusimos rumbo a la reserva natural de Kokořínsko, una región protegida a unos 70 kilómetros de la capital. Una escapada perfecta para desconectar del ajetreo de la ciudad y conectar con la naturaleza.
Qué ver en la Reserva Natural de Kokořínsko
Castillo de Kokorin
En plena reserva natural de Kokořínsko se encuentra el castillo de Kokorin, uno de los más románticos y pequeños del país. Su acceso es por una serpenteante carretera que cruza un espeso bosque hasta llegar a lo alto de una colina escarpada y pedregosa. Una localización de cuento que explica que esta fortificación haya permanecido inexpugnable durante más de 600 años.
Se mandó construir en el siglo XIV para proteger la ruta comercial que unía Žitava con Praga. Lo más destacado de su construcción es su impecable torre de vigilancia. Tiene una altura de 38 metros, un diámetro de 9 metros y el grosor de sus paredes es de 3,5 metros. Además, en lugar de tener una cúpula de madera como era lo habitual, la construyeron de piedra para evitar que el enemigo pudiera prenderle fuego.
Solo se puede visitar el castillo de la mano de un guía, pero si no tienes mucho tiempo o no te apetece hacer una visita guiada,está permitido subir a la torre por tu cuenta. Te aseguro que merece mucho la pena porque desde arriba hay unas vistas impresionantes de toda la reserva, que es prácticamente infinita.
Sendero de Cinibulka
Tras la breve visita al castillo, emprendimos el camino hacia el sendero Cinibulka. Cómo no sabíamos muy bien dónde comenzaba, nos recomendaron acercarnos a la oficina de turismo de Mšeno, donde justo allí encontramos el inicio de la ruta. Nos dieron un mapita de la zona y nos informaron de que el sendero de 9 km está marcado en amarillo. ¡En marcha!
Primeros pasos del Sendero Cinibulka
Con unos sándwiches en la mochila y la cantimplora llena de agua, estábamos listos para seguir el camino de baldosas amarillas. Al ser circular nos daba un poco igual hacia qué lado comenzar, así que decidimos hacerla en el sentido de las agujas del reloj. Era lo más lógico e instintivo, y al finalizar la ruta nos dimos cuenta que también era lo más cómodo.
La primera parte de la ruta fue bastante aburrida y desesperante. Nos tocó atravesar un campo de trigo con el sol de medio día cayendo sobre nosotros. Además no nos cruzamos con nadie y como no había marcas amarillas tampoco sabíamos si íbamos bien.
Una vez que atravesamos el “campo del infierno” la cosa mejoró muchísimo. Comenzamos a adentrarnos en el bosque, a trepar por las rocas, a atravesarlas… Toda una aventura en la que poco a poco fuimos encontrando a gente, aunque no demasiada. Daba gusto sentir la soledad y escuchar el silencio. Nos topamos con algunos ciclistas, alguna que otra familia con niños e incluso un grupo de gente discapacitada con sus monitores. No sé si harían el sendero Cinibulka u otra ruta de la zona.
Buscando figuras en las rocas
Este famoso sendero se caracteriza por pasar por 7 rocas con formas curiosas. Así que nos entretuvimos bastante siguiendo el mapa y buscando cada una de las figuras que debíamos encontrar en el camino.
Nuestro primer objetivo era el Faraón. Esta enorme roca alargada nos marcaba el inicio del sendero de Cinibulka. Además, es la roca más popular para practicar la escalada en Mšeno y se encuentra en una zona boscosa, húmeda y tranquila.
A pocos metros se encuentran dos de las formaciones rocosas más famosas de la zona: la cabeza de gigante y la rana (Obří hlava a zába). ¿Realmente se ven estas figuras en las rocas? Pues depende de la imaginación que le eches, está claro.
La siguiente parada era un laberinto tallado en piedra arenisca (Průsečná skála) que fue utilizado por el ejército sueco durante la Guerra de los Treinta Años. Se podía cruzar por arriba o por abajo.
En mitad del bosque y de la senda encontramos la pared sueca (Švédsky val), un fuerte con dos réplicas de soldados donde es habitual hacerse la foto de rigor bajo el sombrero del soldado. Simboliza el campamento que levantaron las tropas suecas en 1643 en esta zona.
Los laberintos del sendero de Cinibulka
El siguiente punto es probablemente la parte más atractiva de la senda. Se trata de un laberinto de roca (Bludiště) formado por bloques de arenisca en forma de “chimenea”. Una de las zonas se puede ver dese arriba y luego hay que recorrerlo a pie.
Un poco más tarde llegamos a la cueva Obraznice, una cavidad artificial que sirvió para guardar objetos de valor durante la Guerra de los Treinta Años. Hoy en día está llena de velas encendidas a modo de santuario. Reconozco que es un poco espeluznante y es aconsejable pasar con una linterna.
Después de una empinada cuesta, nos encontramos con un lugar llamado Prolezovačky. Es una roca túnel formada por cavidades lenticulares en el bloque de piedra arenisca. Un lugar bastante divertido para los más pequeños de la casa y un poco tortuosos para los que llevábamos ya unos cuantos kilómetros a pleno sol.
Nada más salir del bosque toca volver a Mšeno. Una vez en el pueblo dejamos de seguir las marcas amarillas e hicimos caso de las señales que indicaban a la iglesia, que era donde teníamos el coche. Más que nada porque ambas indicaban direcciones opuestas y no nos apetecía rodear todo el pueblo, la verdad.
¿Quién era Cinibulka?
Y, lo más importante, ¿por qué le habían dedicado un sendero en esta reserva natural? Josef Bedřich Cinibulk fue un promotor del turismo en la región de Kokořínsko. Dedicó varios libros al castillo de Kokorin y sus alrededores, además de contribuir a la mejora del valle y de la ciudad de Mšeno.
En 1946, dos años después de su fallecimiento, se inauguró en su honor el sendero Cinibulka (Cinibulkova stezka). Estos 9 km de ruta circular en la reserva de Kokořínsko están liderados por imponentes formaciones rocosas y truculentos laberintos boscosos. ¡Una maravilla!
Más artículos para viajar por la República Checa
- El osario de Sedlec, una verdadera obra de arte sacra
- Český Krumlov, una Praga en miniatura
- El castillo de Karlstein, excursión en el día desde Praga
- Consejos para visitar el Karst de Moravia
- Qué ver en Brno: 7 lugares imprescindibles
- Qué ver en Olomouc y sus alrededores
- El encanto de las ciudades rocas de Adrspach-Teplice
- Senderismo por el Parque Nacional de la Suiza Bohemia: ruta alrededor de la Puerta de Pravčice
- Recorrer el sendero Cinibulka en la Reserva Natural de Kokořínsko
- Carta a Praga, la ciudad prometida
- Itinerario: ‘roadtrip’ por la República Checa 2014
Recuerda que también puedes seguirme a través de mis redes sociales. ¡Te espero!
2 Comments
Oscar
14 enero, 2020 at 16:16Hola
Pero se te a olvidado compartir donde empieza este sendero que me encantaría hacer. Jejeje
Gracias por compartir.
Marta Aguilera
14 enero, 2020 at 16:20Hola, Óscar!! El sendero comienza en la plaza donde está la oficina de turismo de Mšeno. Si no lo encontrases, siempre puedes preguntarles a los de la oficina y te lo indicarán sin problema 🙂
Un saludo!