La primera vez que pisé Navarra fue para recorrer las localizaciones de la trilogía del Baztán. Los famosos libros de Dolores Redondo despertaron mi curiosidad por Elizondo y el valle del Baztán. Hasta que no los leí no se me había pasado por la cabeza visitar esta zona. ¡Qué grave error!
El valle del Baztán
Antes de entrar en materia, vamos a contextualizar un poco la zona. Este valle navarro se ubica al norte de la provincia, casi en la frontera con Francia. Está salpicado por 15 localidades repartidas a lo largo del Pirineo Atlántico.
Elizondo es el centro neurálgico y comercial del valle del Baztán. El corazón de esta bonita zona de Navarra y uno de los protagonistas de la famosa trilogía de Dolores Redondo. Los otros 14 municipios son Oronoz-Mugaire, Arraioz, Irurita, Almandoz, Berroeta, Aniz, Ziga, Lekaroz, Gartzain, Elbetea, Arizkun, Azpilkueta, Erratzu y Amaiur-Maya. Cualquiera de ellos puede ser una buena base para comenzar tu viaje por el Baztán. Echa un vistazo aquí para buscar el mejor alojamiento, ¡y a disfrutar del valle navarro!
El valle del Baztán se caracteriza por ser tierra de hidalgos e indianos que regresaron de ultramar con una gran fortuna. Pero también lo es de peregrinos, brujas y contrabandistas. Pueden seguirse sus pasos a través de diversas rutas, como la del Camino de Santiago del Baztán, la de las brujas, o el sendero de los contrabandistas que une las cercanas cuevas de Urdax, Zugarramurdi y Sara. Desde luego, el Baztán es un valle donde las leyendas y los personajes mitológicos conviven con otros reales, confiriéndole un halo la mar de misterioso.
Elizondo, el corazón del Baztán
Mi visita a este bonito valle bañado por el Bidasoa se centró en conocer Elizondo. Quería recorrer las localizaciones de la Trilogía del Baztán, pero también quería comprobar si es verdad que aquí se elabora el mejor chocolate con avellanas de todo Navarra. Puedo dar fe de que el urrakin egina está riquísimo. No puedo decir lo mismo del txantxigorri, un dulce a base de chicharrón de cerdo. Un bocado no apto para paladares poco trabajados.
Si algo caracteriza el paisaje de Elizondo es su arquitectura. Casas de muros blancos y sillar rojizo, tejados a dos aguas, balconadas de madera repletas de flores y blasón con las armas del valle. En resumen, la típicas casitas de los pueblos del País Vasco y Navarra. ¡Preciosas! Además, este bonito pueblo destaca por la abundancia de casas señoriales y palacios entre las calles Jaime Urrutia y Braulio Iriarte. La mayoría de estos inmuebles pertenecieron a vecinos del pueblo que emigraron a América y a su regreso quisieron dejar constancia de la fortuna cosechada.
Localizaciones de la trilogía del Baztán
El valle del Baztán fue el escenario elegido por Dolores Redondo para ambientar su famosa trilogía policíaca. Por eso en mi visita a Elizondo quise seguir los pasos de la inspectora Amaia Salazar. ¿Me acompañas?
La primera parada es la casa de la tía Engrasi, uno de los personajes más importantes para la protagonista y su refugio. Se encuentra en la céntrica calle Braulio Uriarte, en la zona vieja de la ciudad y a orillas del Bidasoa. Es una vivienda de piedra, austera y grande.
Continuando por la calle Braulio se llega al bar Txocoto, otra de las localizaciones del libro. Aquí suelen reunirse algunos de los personajes de la trilogía de Dolores Redondo. Es una taberna muy conocida en Elizondo y está al lado del puente Muniartea. Este es el paso que la inspectora Salazar tiene que cruzar para ir a casa de su tía y el lugar donde sucede algo bastante importante en el primer libro. Desde este puente hay unas vistas preciosas del Bidasoa bañando las casitas de piedra de Elizondo.
La siguiente parada de esta ruta es la plaza de los Fueros, donde está el ayuntamiento. A la izquierda de la fachada se encuentra la botil harri, una piedra que se utilizaba para jugar a la laxoa, una variante de la pelota vasca. En la trilogía, la protagonista la acaricia cada vez que pasa por ahí.
Dos últimas paradas antes de salir de Elizondo: el cementerio y la comisaría. El primero es testigo de la gran mayoría de los entierros de la trilogía. Y el segundo es donde fue trasladada la inspectora para poder investigar el caso. Hay una placa que dice: “Aquí trabaja la inspectora Salazar”.
La última parada de esta ruta literaria tiene lugar a las afueras de Elizondo. Infernuko Errota es una senda a orillas del río que desemboca en un molino con el mismo nombre. Antiguamente, la gente de la zona iba a moler el maíz. Es en esta zona boscosa donde suceden algunos de los episodios más perturbadores de la trilogía. A pesar de ello, es un paseo muy agradable que sale desde Etxebertzeko, una borda donde se come muy bien.
El txantxigorri
No puedes irte de Elizondo sin probar el txantxigorri, sobre todo si estás siguiendo las localizaciones de la trilogía del Baztán. Este es el dulce sobre el que gira la investigación del primer libro de los famosos bestsellers. Como comenté al principio, a mí no me gustó nada. Pero como buena fan, ¡tenía que probarlo! Hay varias pastelerías, pero la más famosa es la Chocolatería Malkorra Gozotegia, donde además podrás probar su famoso y delicioso chocolate con avellanas. Este sí que está delicioso.
La exitosa trilogía de Dolores Redondo ha situado en el mapa a Elizondo y al valle del Baztán. Una zona con unos paisajes de escándalo, una vasta cultura mitológica y una riquísima gastronomía. ¡Todo un descubrimiento!
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