España tiene un extraordinario patrimonio vinícola y la mejor forma de conocerlo es a través de las Rutas del Vino. Estas son itinerarios perfectamente estudiados que giran en torno al vino, a la gastronomía, al patrimonio, a la cultura y a los recursos naturales de una zona concreta. Sin duda, una forma muy completa y entretenida de conocer más de cerca las regiones vinícolas que tenemos en España y las tradiciones que las rodean.
La Ruta del Vino de Arribes es una de las 36 que existen en nuestro país. El vino que baña esta región es de los más especiales y sorprendentes por las variedades de uva tan genuinas que utiliza como Juan García o Bruñal, entre otras más conocidas como Garnacha, Tempranillo, Mencía o Verdejo.
Pero antes de contarte qué puedes hacer en la Ruta del Vino de Arribes, conviene situar en un mapa dónde se encuentra esta preciosa y desconocida región. ¡Vamos allá!
Parque Natural Arribes del Duero
La Ruta del Vino Arribes se encuentra dentro del Parque Natural Arribes del Duero. Un espacio protegido de más de 180km situado entre las provincias de Zamora y Salamanca y en el límite fronterizo con Portugal. Un paraíso vertebrado por el río Duero que se encajona formando profundos cañones fluviales de más de 200 metros de altura.
Con una extensión de más de 100.000 hectáreas, este parque natural es uno de los más grandes de Europa y posee una gran riqueza paisajística y medioambiental. Es un espacio natural privilegiado que destaca por ser el hogar de especies aladas como el alimoche, el buitre, el águila real, el cormorán o la cigüeña negra, y de otras más terrenales como la nutria, el jabalí, el lobo o el corzo.
Pero la belleza de este parque natural no solo radica en sus paisajes de infarto, también en cada uno los 37 municipios que lo forman. Cada uno tiene su propia personalidad y su riqueza patrimonial, e invita al visitante a sumergirse en la vida rural y en la autenticidad de la región. Sin duda, estos encantadores pueblecitos con sus casas de piedra y sus estrechas calles empedradas, son una parte muy importante de Los Arribes de Duero.
La Ruta del Vino Arribes
Ahora que ya conoces la riqueza de esta zona y la ubicas en el mapa, es el momento de hablar de la Ruta de Vino Arribes, una de las 9 que existen en Castilla y León. Actualmente cuenta con 43 socios y cada uno de ellos ofrece una perspectiva diferente de la zona que da como resultado una oferta turística muy completa y para todos los gustos.
A lo largo de la Ruta de Vino Arribes podrás encontrar bodegas, restaurantes, empresas de ocio y turismo activo, museos, alojamientos, tiendas de artesanía… y todos juntos forman una foto perfecta de lo que son los Arribes de Duero. El combo ideal para pasa unos días increíbles bañados de buen vino, una rica gastronomía y unos paisajes maravillosos.
La DO Arribes
La Ruta de Vino Arribes se construye en torno a la DO Arribes cuyos vinos están muy marcados por la tierra en la que se producen. Los suelos graníticos y poco profundos en los que crecen las vides dan como resultado unas uvas únicas y muy singulares. Además, el microclima propio de esta zona provoca una sobremaduración de los frutos y una mayor concentración polifenólica para darles más sabor y olor. El resultados son unos caldos con un sabor, color, olor y textura muy diferentes al de otras denominaciones.
Las variedades utilizadas para la elaboración de nuestros vinos son Garnacha, Rufete, Tempranillo, Mencía, Verdejo, Malvasía Castellana, Albillo Mayor y Albillo Real, además de Juan García y Bruñal, dos especies autóctonas que solo se cultivan en los Arribes.
Esta DO está formada por 21 bodegas, entre las que se encuentran Frontío, El Hago y el Garabato y Quinta Las Velas.
Qué hacer en la Ruta del Vino Arribes
Como ya sabes, la Ruta del Vino Arribes va mucho más allá de visitar bodegas y catar su excelentes caldos. La gastronomía, la historia de sus pueblos, las artesanías y el entorno natural que la envuelve son parte fundamental de la experiencia.
Antes de empezar a contarte qué puedes hacer en esta bonita ruta, déjame aclararte que nos vamos a mover entre dos provincias: Zamora y Salamanca. En la primera se habla de los Arribes, en masculino; y en la segunda de las Arribes, en femenino. Es importante que conozcas este dato, porque según donde estés lo escucharás de una manera o de otra.
¡Ah! Se me olvidaba un apunte muy importante. Si visitas Arribes de Duero te aconsejo que traigas un reloj analógico. Te sorprenderá este consejo pero créeme que te será muy útil. Resulta que al estar prácticamente en la frontera con Portugal, el reloj de tu móvil y de tu smartwatch va a estar cambiando de hora continuamente. Y si tienes reservas para alguna actividad o para comer, créeme que puede ocasionarte algunos inconvenientes. Algunos del grupo no lo sufrieron tanto, pero yo viví un baile de horas continuo.
Ahora sí, te cuento qué puedes ver y hacer en la Ruta de Vino Arribes.
Crucero ambiental por el Duero
La primera parada de esta ruta por los Arribes es en Miranda do Douro, en Portugal. Sí, damos un pequeño salto al país vecino para embarcarnos en un crucero ambiental por el río Duero. Este recorrido de 1 hora de duración parte de la Estación Biológica Internacional Duero-Douro (EBI) donde desarrollan proyectos de investigación financiados a través del ecoturismo, concretamente de los cruceros ambientales.
Recomiendo mucho esta actividad porque se lleva a cabo por científicos y biólogos marinos que no solo te explican de una forma cercana y muy atractiva las peculiaridades de la flora y fauna de la zona, sino que además te muestran en el microscopio varias especies de zooplacton sacadas del agua en ese mismo momento. Pocas rutas de vino hay con actividades tan didácticas e inmersivas como esta.
Puedes reservar la actividad a través de este enlace. ¡No te vas a arrepentir! Y si te preguntas si es apta para ir con niños, la respuesta es SÍ. Explican todo tan bien, que los niños se quedaban embobados.
Qué ver en los Arribes de Zamora
Fermoselle, el pueblo de las mil bodegas
Este pueblo encaramado a una peña es el más grande y poblado de los Arribes zamoranos. Recorrer sus calles tranquilamente y detenerse a ver los restos de la antigua judería en las fachadas y puertas de las casas es una delicia, y más si vas acompañado de un guía.
Nosotros hicimos la visita a las bodegas subterráneas de Fermoselle de la mano de Olvido que nos guió por varias de las bodegas de las más de 1600 que recorren el pueblo. Pero es que además le dio un buen repaso a la historia y curiosidades de este precioso lugar que además está muy relacionado con el contrabando (como toda la zona de Arribes). Si quieres reservar una visita con ella o alguno de sus compañeros, puedes hacerlo por teléfono 659 472407 / 635 369208 o por correo electrónico visitabodegas@hotmail.com. ¡No te arrepentirás!
Los miradores de Fermoselle son otra parada obligatoria. Al estar construido sobre una cresta, vas a encontrarlos casi a cada paso. De hecho, dicen que desde Fermoselle se ven 3 reinos: el de España, el de Portugal y el de los cielos. El más famoso es el mirador de El Torojón, desde donde se tiene una buenísima panorámica de Fermoselle.
Parte de la historia de este bonito pueblo se encuentra en La tienda de Antaño (plaza de la Iglesia, 1), un preciosa y abarrotado colmado donde podrás encontrar prácticamente de todo. Julia es una de las dueñas y si le tiras un poco de la cuerda se puede pasar horas y horas contándote historias de Fermoselle. Así da gusto conocer los lugares.
Dónde comer y dormir en Fermoselle
Intenta que alguna de las comidas del día coincida con la visita a Fermoselle porque no te vas a arrepentir.
- Restaurante España. Mar es la dueña y ganó un premio por su plato de bacalao de autor. Aunque yo se lo daría por la salsa de sus patatas. ¡Imposible olvidarse de ella!
- Pensión Doña Urraca. Este restaurante es también hotel y está especializado en productos ibéricos. No te puedes ir de allí sin pedir un variadito de lomo, jamón, chorizo, salchichón y queso. ¡Exquisitos!
Una buenísima opción para alojarte en Fermosella es la Pensión Doña Urraca y si no te convence, este enlace puedes encontrar más opciones.
Fariza, entre quesos y miradores
Fariza es otro de los pueblos con el que te tropezarás en la Ruta del Vino Arribes. Se encuentra al norte del parque natural y tiene dos paradas imprescindibles: el mirador de Las Barrancas y la Quesería La Faya.
El Mirador de Las Barrancas
A pocos kilometros del centro de Faiza se encuentra el mirador de Las Barrancas, uno de los más bonitos e impresionantes del Parque Natural de Arribes de Duero.
Desde esta balconada hay una espectacular panorámica del cañón del río Duero, hogar de alimoches, buitres leonados, cigüeñas negras y águilas perdiceras. Una brecha trazada por el río que divide de forma natural España y Portugal. Un mirador para disfrutarlo con sol y a ser posible sin niebla.
A la altura del párking se encuentra la Ermita del castillo, un precioso edificio del siglo XII, y a sus pies hay un pequeño recorrido circular de apenas 100m con paneles informativos sobre la fauna y flora de la zona. Ademas, este pequeño mirador es un buen aperitivo de lo que vas a encontrar en Las Barrancas.
Aunque nosotros llegamos hasta aquí en coche (el mirador está a unos 500m del párking), también se puede llegar a pie desde Fariza. Es un recorrido entre encinares de unos 7 km a orillas del arroyo del Pisón. Si vas con tiempo, te recomiendo hacer este tranquilo paseo para empaparte bien del precio entorno de los Arribes. Te dejo por aquí el track por si te animas a hacerlo.
Quesería ecológica La Faya
Esta pequeña empresa familiar forma parte de la Ruta del Vino Arribes. Aquí elaboran deliciosos quesos de oveja ecológicos y muchos de ellos cuentan con el sello de la DO Zamorana.
Esta quesería artesanal fue pionera en practicar la agricultura ecológica en España. Una actividad que pueden llevar a cabo gracias al cuidado y la crianza de sus propias ovejas churras, la raza autóctona.
Si pasas por aquí y te apetece conocer su trabajo y a sus preciosas ovejas, puedes concertar una cita desde su página web. Otra opción es acercarte a su tienda y llevarte alguno de sus ricos quesos. ¡No te defraudarán! Así por picarte un poco, yo me llevé un Queso La Faya (leche pasteurizada) y una cuña de Queso Fariza DO Zamorano. Ambos estaban deliciosos.
Formariz y sus vinos
En este pequeño pueblo de los Arribes paramos para visitar El hato y el Garabato, una bodega familiar y artesana, que tiene el objetivo de hacer vinos honestos. En esta microbodega catamos tres de sus caldos, Sin Blanca, Li y Ecléctico, y fue aquí donde le encontré el gusto a los vinos de Arribes.
Si quieres, puedes reservar una visita a la bodega y al viñedo en la que te enseñarán con mucho gusto cómo elaboran su vino y la historia de este lugar.
Fornillos de Fermoselle, el pueblo alfarero
Si visitas los Arribes no te puedes perder Fornillos de Fermoselle. Este pueblecito de tradición alfarera es casi un museo al aire libre porque paseando por sus calles te encuentras con el antiguo alfar de Rieta la Encina, de donde sacaban el barro, amasaban y torneaba las piezas, o el potro para hacer arados. Lamentablemente no tuvimos tiempo de darle un buen repaso a este bonito lugar, pero me lo guardo para cuando vuelva.
Lo que sí hicimos fue visitar la Mermeladería Oh Saúco. Este es otro de los comercios que forman parte de la Ruta de Vino Arribes y una de las grandes sorpresas de esta escapada. Teresa, la dueña de este pequeño negocio, se dedica a hacer mermeladas dulces y agridulces con productos de temporada y locales. Le salen unas mezclas deliciosas y tuvimos la suerte de catar algunas de sus creaciones. Mis favoritas fueron las de chutney de manzana y la de pera con mostaza. ¡Deliciosas!
Qué ver en las Arribes de Salamanca
Villarino de los Aires y su ruta autoguiada
La Ruta de Vino Arribes continúa por la provincia de Salamanca. Tras cruzar el río Tormes y pasar por el mirador de la presa de Almendra, en el que merece la pena parar para contemplar las vistas, llegamos a Villarino de los Aires. Este es otro pueblo que merece una visita pausada y, a ser posible, guiada.
Tienes dos maneras de visitar este bonito pueblo:
- Concertar una visita guiada gratuita con Mariví, la guía de la oficina de turismo de Villarino de los Aires. También ofrece la opción de abonar 6€ y terminar con una pequeña cata de vinos en una bodega del pueblo.
- Seguir la ruta autoguiada que recorre los puntos más característicos de esta localidad. Está perfectamente señalizada y totalmente adaptada para personas con problemas de audición, visión o en silla de ruedas. Además está traducida al portugués, inglés y francés y en cada punto hay paneles explicativos con códigos QR para escuchar y ver el contenido.
Villarino de los Aires tiene dos paradas fundamentales: el antiguo horno de pan que tiene más de 300 años y el Mirador de la Faya, que se encuentra en el casco urbano y ofrece una impresionante vista sobre el río Duero y gran parte del Parque Natural de las Arribes.
Aldeadávila y un mirador de vértigo
A Aldeadávila no llegamos a entrar, pero es una parada importante en esta Ruta de Vino Arribes porque en su término municipal se encuentra el espectacular Mirador del Fraile. Esta plataforma aérea de 15 m te permite contemplar unas vistas de vértigo del cañón del Río Duero y de la Presa de Aldeadávila.
Hasta el mirador no se puede llegar en coche, aunque google maps sí te de esa opción. Debes dejarlo en el párking y desde ahí tienes unos 15 minutos de bajada por una pista asfaltada. Te dejo aquí este mapita para que te hagas una idea.
San Felices de los Gallegos, un pasado medieval
Llegamos a otra de las joyas de la corona del Parque Natural de Arribes del Duero, San Felices de los Gallegos. Dicen de este pueblo que es muy mentirosillo por que ni es santo, ni son felices ni son gallegos, pero se lo vamos a perdonar porque tiene una fortaleza medieval que quita el hipo y un museo del aceite que es oro puro.
Actualmente el castillo no se puede visitar por dentro porque está en proceso de musealización (espero que terminen pronto), pero puedes acercarte para ver su exterior porque es una maravilla. El museo del aceite “El Lagar del Mudo” sí está abierto y ofrece un interesante repaso a la historia y la importancia del aceite en esta región. Además, recibió el premio Europa Nostra por su excelente conservación del patrimonio.
Dónde comer y dormir en San Felices de los Gallegos
A la entrada del pueblo se encuentra el hotel y restaurante Mesa del Conde. Es un lugar regentado por tres mujeres que hace un par de décadas decidieron dejar sus vidas en la ciudad y emprender en el mundo rural. Comimos de fábula y estoy segura de que el mismo mimo con el que tratan a los clientes del restaurante lo tendrán con sus huéspedes del hotel.
Ahigal de los Aceiteros, tierra de olivos
El nombre de este pueblo ya te de una pista de lo que vas a encontrar: olivos. De hecho, la producción de aceite es la actividad económica más importante del municipio, aparte de la ganadería. Aquí visitamos la almazara Aceiteros del Águeda, que es una cooperativa formada por unos 50 socios que producen aceite ecológico y de gran calidad.
Puede presumir de ser la la primera almazara ecológica de Castilla y León y cumplen una serie de parámeros que les hacen destacar por encima de otras producciones de aceite. Uno de ellos y casi el más importante es el de recoger, entregar y molturar las aceitunas en el mismo día.
La almazara solo se puede visitar durante la recolecta de las aceitunas, es decir, entre los meses de noviembre y diciembre. Y es importante recalcar que sus aceites también son tan especiales y diferentes porque utilizan una variedad autóctona de aceituna: Zorzal de Arribes.
En este pueblo también se encuentra Quinta Las Velas, otra bodega familiar y tradicional con el sello de la DO Arribes. Si te apetece, puedes llamar para reservar una visita y así conocer todo el proceso de elaboración de sus vinos y pasear por sus viñedos.
Sobradillo
Muchos pueblos y lugares de la Ruta de Vino Arribes se quedaron en el tintero, motivos más que de sobra para volver a esta zona con calma. Y precisamente eso fue lo que nos sucedió con Sobradillo, donde solo pudimos parar para cenar en el restaurante La Tinaja.
Si la hora de la comida o la cena te pilla por aquí cerca, acuérdate de pedir mesa en La Tinaja para probar sus ravioli rellenos de pollo, jengibre y puré de boniato. Espectaculares, en serio.
Espero que te haya gustado este fascinante viaje por la Ruta del Vino Arribes. Una zona que cautiva los sentidos y te sumerge de lleno en la riqueza cultural y enológica de esta región.
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