Que me chifla Bilbao es un secreto a voces, y lo cierto es que cada vez que voy me gusta más. Pasear por la ría, perderte por las siete calles del casco viejo, fascinarte con su innovadora arquitectura e incluso contemplarla desde las alturas en el mirador de Artxanda, son solo algunos de los pequeños placeres que esconde esta increíble ciudad.
El Botxo, como la llaman los bilbaínos por estar encajonada entre varios montes, ha evolucionado una barbaridad en las últimas décadas: de ser un centro industrial gris y con cero atractivo, a convertirse en un referente internacional de la arquitectura y el diseño. Un cambio brutal en el que las antiguas fábricas han dado paso a obras vanguardistas y espacios verdes que invitan a perderse.
Qué ver en Bilbao
Con esta pequeña ruta me propongo guiarte a través de las calles y edificios de Bilbao para mostrarte cómo se ha convertido en el vibrante punto de encuentro cultural que es hoy. Tanto si tienes tiempo, como si no, te recomiendo que hagas un freetour por Bilbao para situarte y conocer un poco mejor la historia y evolución de esta increíble ciudad.
Pero antes de empezar a conocer la ciudad, tendrás que buscar un alojamiento que cumpla las famosas 3 B (bueno, bonito y barato). Bilbao no es una ciudad barata, pero no es imposible encontrar un hotel o apartamento que se ajuste a tus necesidades. En el barrio de Matiko-Ciudad Jardín, a unos 5 minutos a pie del ayuntamiento de Bilbo, está la Pensión H30 SALCES, un moderno alojamiento con unas habitaciones súper cuidadas. En pleno centro, a pocos metros de la plaza Moyua, tienes el Hotel Silken Indatxu. Si buscas algo en el casco histórico, te recomiendo mucho 7 Kale Bed and Breakfast. Está muy nuevo, limpio y en pleno meollo de Bilbao.
Ahora sí, con el alojamiento reservado, ¡empezamos!
Plaza Moyua, el corazón de Bilbao
Es una de las plazas más emblemáticas y fotografiadas de la ciudad, quizá porque está rodeada de edificios tan bonitos como el Palacio Chávarri, que acoge la sede del Gobierno Civil. Lo que más llama la atención de este lugar son los Fosteritos. Estas sofisticadas y originales bocas de metro solo se encuentran en algunas estaciones como la de Moyua y deben su simpático apelativo a su diseñador, Norman Foster.
La plaza de Moyua actúa como nexo de unión entre el casco viejo de Bilbao y la zona más moderna de la ciudad. Además, es la parada más popular si llegas a Bilbao en bus desde el aeropuerto.
La Alhóndiga de Bilbao
Uno de los lugares que más impresionó y fascinó fue la Alhóndiga de Bilbao, reconvertida y rebautizada como Azkuna Zentroa. Este viejo almacén de vino de 1909 obra de Ricardo Bastida, fue transformado en un centro cultural y de ocio que refleja el espíritu innovador y la capacidad de reinventarse que caracterizan a esta impresionante ciudad.
Su remodelación, con motivo de su centenario, estuvo a manos del arquitecto francés Philippe Starck, y simboliza la transición de Bilbao desde su pasado industrial hacia un futuro enfocado en la cultura y el diseño. Este peculiar lugar se caracteriza por la agrupación de diferentes espacios dedicados a la cultura, el deporte y el ocio. Pero también por las 43 impresionantes columnas que conforman el atrio central del edificio.
Nada más entrar te topas con unas llamativas moles de 3 metros de altura que sustentan las plantas altas del edificio. Ladrillo, madera, bronce, cemento… son solo algunos de los materiales que empleó su creador, el escenógrafo italiano Lorenzo Baraldi, para representar y homenajear la historia y las diferentes culturas y religiones. Por algo es conocido como el “Atrio de las culturas”.
La Alhóndiga destila vida, y eso es algo muy importante para un lugar que pretende ser un potente referente de la vida social bilbaína.
Osakidetza, el edificio poliédrico
Mi ruta por Bilbao continúa por la orilla de la ría del Nervión, pero antes quiero hacer una parada frente a la impresionante fachada poliédrica del edificio Osakidetza. Esta curiosa construcción alberga la sede de Sanidad del Gobierno Vasco y es obra del arquitecto oscense Juan Coll-Barreu. Se inauguró en 2008 y es uno de los edificios que lucha junto al museo Guggenheim por llevarse el podio en cuanto a innovación y diseño de vanguardia en Bilbao.
La peculiaridad de este lugar es que su fachada cuenta con al menos 100 caras de cristal y en cada una de ellas se reflejan los edificios que hay a su alrededor. Además, según por donde lo mires y la luz que le dé en ese momento, la imagen proyectada varía. Este juego de reflejos en constante cambio le aporta muchísima vitalidad. Es, sin lugar a dudas, un claro ejemplo de la reconversión y vanguardismo de Bilbao de los últimos 15 años. Al parecer se puede visitar su interior así que queda anotado para mi próxima visita.
El homenaje a la industria siderúrgica del palacio Euskalduna
En la plaza del Sagrado Corazón, al final de la Gran Vía, se encuentra el palacio Euskalduna (Palacio de Congresos y de la Música). Este complejo multifuncional se inauguró en 1999 y aglutina zonas destinadas tanto al uso público, como el Auditorium, como al privado.
La orientación hacia la ría de esta obra de los arquitectos Federico Soriano y Dolores Palacios es un homenaje a la antigua actividad pesquera y siderúrgica de la ciudad. Personalmente no me pareció gran cosa a pesar de haber recibido el premio Enric Miralles en la VI Bienal de Arquitectura española. Aunque debo reconocer que tampoco le di muchas oportunidades, sobre todo teniendo la torre Iberdrola alzándose sobre el precioso jardín de Doña Casilda que estaba al lado.
Doña Casilda, el pulmón verde de Bilbao
Este parque de estilo inglés de principios del siglo XX es uno de los pulmones verdes de la capital vizcaína. Es obra de Ricardo Bastida y cuenta con varios atractivos como el estanque de los patos, una fuente y el Museo de Bellas Artes. Además, se caracteriza por la cantidad de árboles que lo custodian, y por la tranquilidad que desprende. Un lugar así no puede faltar en una ruta por Bilbao.
El custodio de Iberdrola
A medida que cruzas el parque, la torre de Iberdrola se hace cada vez más grande levantándose a espaldas de una hilera de coloridos edificios de corte clásico. Llama mucho la atención la forma triangular de su base y la curvatura de sus lados. Al principio pensaba que era un efecto óptico pero por lo que he leído, parece ser que ese abombamiento de sus lados es real.
Este rascacielos de 165 metros de altura es obra del arquitecto argentino César Pelli (culpable de las Torres Petronas y de la madrileña Torre de Cristal). Presume de ser el edificio más alto de Euskadi y el último bebé de la arquitectura de vanguardia bilbaína.
Puppy y el museo Guggenheim
Llegamos al epicentro de la metamorfosis de Bilbao: el Museo Guggenheim. Este peculiar edificio con forma de barco a orillas de la ría, no solo ha cambiado el skyline de la ciudad sino que ha impulsado el turismo fomentando un dinamismo económico y cultural sin precedentes en la región.
Diseñado por el arquitecto canadiense Frank O. Gehry, es la mejor representación de una corriente arquitectónica conocida como deconstructivismo. Este movimiento nació a finales de los 80 y se caracteriza por la distorsión de la geometría en las construcciones. Por esta estética tan peculiar y lejos de los cánones clásicos de verticalidad y horizontalidad, es un edificio que o lo amas o lo detestas, pero no deja indiferente absolutamente a nadie. Yo pertenezco al primer grupo, aunque a pesar de quedarme embelesada con su exterior, su interior no me merece tanto la pena. Desde mi humilde punto de vista, lo mejor que tiene son las exposiciones temporales como una que vi hace unos años del artista japonés Takashi Murakami.
Este centro de arte contemporáneo está custodiado por Puppy, una escultura gigante de cachorro de Terrier. Su estructura de acero está recubierta de preciosas flores que varían según la época del año, con lo que da igual la cantidad de veces que vayas a Bilbao, porque Puppy nunca será el mismo.
El polémico Zubizuri
Un poco más adelante, siguiendo el paseo a orillas de la ría, se llega hasta el puente Zubizuri, obra del arquitecto valenciano Santiago Calatrava. Este original puente colgante se inauguró en 1997 para unir los dos paseos inferiores que bordean el Nervión. Pero no es conocido solo por su atractiva estética (plataforma sustentada por cables de hierro) sino por la polémica que se creó entorno a su poca funcionalidad.
Originalmente la plataforma peatonal del puente era de cristal (y lo sigue siendo), pero la humedada de la ciudad y las constantes lluvias lo hacían muy resbaladizo y peligroso para los peatones. Al final optaron por cubrir la plataforma con una especie de alfombra de goma que aunque evitó las caídas, también dificultó la circulación de bicis, carritos, patines, sillas de ruedas…
Con la construcción de las torres Isozaki y su pretensión de ser las “Puertas de la Ciudad”, se hacía necesario construir una pasarela que conectara directamente el puente con el nivel superior que daba paso a las torres y al centro de la urbe. Esta mejora fue llevada a cabo por el arquitecto japonés Arata Isozaki y supuso la modificación del Zubizuri. Esto no gustó al arquitecto valenciano, pues se había vulnerado su propiedad intelectual. Tras varios años de pleitos, recursos, denuncias y demás, finalmente el juez falló a favor de Calatrava y el ayuntamiento de Bilbao tuvo que pagarle alrededor de 30.000€, dinero que el arquitecto donó a la beneficencia.
A mí personalmente me encanta. Más allá de los problemas peatonales y de acceso, creo que es una buenísima muestra de ese Bilbao vanguardista que comentaba al principio.
Las torres Isozaki
Estos dos mini rascacielos inaugurados en 2008 pertenecen al Isozaki Atea, un complejo de siete edificios levantado en el antiguo Depósito Franco de Bilbao del que aún se conserva una parte de la fachada. Este lugar está destinado a la actividad comercial aunque también alberga prohibitivas viviendas con precios impronunciables.
La verdad es que por sí solas no me gustan demasiado estas mini twin towers, pero con el Zubizuri en cabeza dibujan una postal bastante bonita y representativa de la zona.
Las 7 calles del Casco Viejo de Bilbao
El Casco Viejo de Bilbao, conocido cariñosamente como las Siete Calles, constituye el corazón histórico y cultural de la ciudad, un laberinto de calles adoquinadas que resuena con ecos del pasado. Este barrio, que fue el núcleo original de Bilbao desde su fundación en el siglo XIV, se ha transformado en un vibrante centro de actividad, donde la tradición y la modernidad conviven en armoniosa sinergia.
Las famosas Siete Calles albergan una mezcla ecléctica de tiendas antiguas, bares de pintxos, librerías y boutiques de moda, cada una con su propia historia y carácter único. Este área es también el hogar de importantes monumentos, como la Catedral de Santiago, una joya del gótico vasco, y el Mercado de la Ribera, el mercado cubierto más grande de Europa.
El atractivo del Casco Viejo trasciende lo puramente turístico; es un lugar de encuentro para los bilbaínos, un espacio donde se vive la vida cotidiana. Durante el día, sus calles bulliciosas invitan a pasear y explorar rincones llenos de encanto, mientras que al caer la noche, se transforman en el epicentro de la vida nocturna de Bilbao, con sus bares y restaurantes ofreciendo una auténtica experiencia gastronómica vasca. La preservación de este barrio histórico, junto con su capacidad para adaptarse a los tiempos modernos, refleja el espíritu resiliente de Bilbao, una ciudad que honra su pasado mientras mira hacia el futuro.
Artxanda, las mejores vistas de Bilbao
La mejor forma de rematar esta ruta por Bilbao y su arquitectura de vanguardia es desde el mirador de Artxanda, al que se puede acceder en funicular. El acceso está justo al otro lado del Zubizuri, así que la ruta me quedó redonda y eso que no la tenía planeada. La niebla y las primeras gotas de lluvia del día no impidieron que disfrutara de la magnífica panorámica del Bilbao más cosmopolita, aunque las fotos salieran bastante ruinosas.
El mítico Café Iruña
Con más de un siglo de historia, el Café Iruña es un emblema de la vida social y cultural de Bilbao. Un lugar que ha visto pasar generaciones de bilbaínos y visitantes bajo la calidez de su iluminación y el encanto de sus mosaicos. Situado frente a los populares Jardines de Albia e inaugurado en 1903, este café no es solo un establecimiento donde tomar unos pintxos o un rico desayuno, es un pedazo de la historia de Bilbao. Un testigo mudo de los cambios que ha vivido la ciudad hasta convertirse en todo un referente cultural y turístico.
Nuestra Señora de Begoña, la amatxu de los bilbaínos
Conocida afectuosamente como “la Amatxu“, este santuario del siglo XVI es otro de los lugares que hay que ver en Bilbao. Esta popular basílica es un monumento histórico que atestigua la rica herencia cultural de la región y que destaca por su imponente fachada gótica y su elegante interior barroco. Su ubicación, en lo alto de la ciudad, ofrece unas espectaculares vistas panorámicas de Bilbao.
Dónde comer en Bilbao
Comer en Bilbao es zambullirte en un mundo donde la tradición y la innovación se encuentran en cada plato. La ciudad es famosa por sus pintxos y una experiencia de obligado disfrute si se visita la ciudad. Los mejores sitios para probarlos son en la calle Ledesma y en los alrededores de la calle Pozas. ¡No te defraudarán!
La cocina vasca, conocida por su énfasis en ingredientes frescos y de temporada, está presente en casi todos los restaurantes de Bilbao. En la gran mayoría podrás disfrutar de platos clásicos como el bacalao al pil-pil, las cocochas o la txuleta, pero también de innovadoras creaciones culinarias que han puesto a Bilbao en el mapa gastronómico mundial. Por eso te voy a recomendar dos lugares muy a tener en cuenta si estás preparando una escapada a la ciudad.
- Txacolí Simón se encuentra en un emplazamiento de lujo: en lo alto de Artxanda rodeado de campito y unas vistas maravillosas. Se vanagloria de ofrecer la mejor txuleta de Bilbao y te aseguro que no exagera. ¡Deliciosa! Y los pimientos rojos asados son el acompañamiento perfecto. Un sitio muy recomendable para comer bien y en un entorno fabuloso.
- Txocook está en pleno centro, a pie de los antiguos muelles de la ciudad, y tiene alma marinera. Un espacio que fusiona tradición e innovación con productos de temporada y de cercanía. Las rabas de Begihandi son una auténtica locura. Aquí también puedes venir de pintxos si prefieres conocer varios sitios difrentes.
En definitiva, comer en Bilbao va más allá del acto de alimentarse; es una inmersión en la cultura vasca.
Excursiones por los alrededores de Bilbao
Si vas a pasar en Bilbao más de un fin de semana, te animo a que visites sus alrededores porque te van a flipar. Si no vas con coche o no conduces o no te apetece, puedes unirte a una excursión guiada como estas que te propongo:
- San Juan de Gaztelugatxe, Mundaka y Guernika. La primera es una de los lugares más visitados y famosos de Vizcaya, Mudaka es una de las mecas mundiales de surf y Guernika un municipio con mucha historia.
- Santuario de Loyola, Guetaria y San Sebastián. Con esta excursión darás un salgo a Guipúzcoa para conocer algunos de sus tesoros como Zumaia, Zarauz, Loyola o San Sebastián.
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21 Comments
Lizar
19 mayo, 2018 at 11:48Hola Marta,
Acabo de descubrir tu blog, y como bilbaíno, me ha hecho ilusión que hables de nuestra ciudad. Si tienes tiempo, te invito a otro paseo por Bilbao en mi blog… para que la próxima vez que nos visites puedas conocer otros rincones menos turísticos.
Felicidades por el trabajo.
Un saludo!!
Lizar
18 mayo, 2018 at 17:55Hola Marta,
Acabo de descubrir tu blog. Enhorabuena por tu trabajo. Siendo bilbaíno, me interesaba mucho conocer la opinión de la gente que viene a ver nuestra ciudad, y me he alegrado de que te haya gustado. Si quieres, acabo de publicar una entrada en mi blog sobre Bilbao, para que si vuelves, descubras muchos otros rincones que quizás no te dio tiempo a disfrutar. Seguiré curioseando por aquí.
Un saludo!!
Pompeuet
2 septiembre, 2013 at 15:18En Bilbao hay varios edificios de estilo modernista, la casa Montero, el teatro campos, la estación de la concordia, la casa Cuna, la Alhóndiga, y muchos otros edificios, de estilos racionalista, francés, inglés, alemán, etc, os animo a seguir conociendo Bilbao y su historia.
Jonan
24 abril, 2013 at 17:34Amiga, el puerto de Bilbao no está al final de la Gran Vía 🙂 sino en El Abra (en Santurtzi y Zierbena). No dejes de visitar el monte Serantes (subir y bajar en un par de horas desde el metro, más lo que estés sacando fotos o merendando….)
Marta Aguilera
24 abril, 2013 at 17:40Ups!! Pues muchas gracias por la aclaración! Grave error el mío 🙁
Pasaré por Serantes la próxima vez! Entre todos me estáis poniendo deberes para mi próxima visita jejeje. ¡Así me gusta!
Un saludo y gracias por corregir mi error y por pasarte por aquí 😉
errotatxo
18 abril, 2013 at 13:05Hace un tiemlo te prometi decirte donde estaba la casa ke se parece a gaudi la calle es alameda recalde n34 la casa montero se llama si te pasas por ahi ya me diras si te gusta un saludo la verdad ke como estoy siemlre fuera me gusta leer cosas bonitas de el botxo besos
Marta Aguilera
22 abril, 2013 at 15:29Apuntado queda para mi próxima visita a Bilbao!! Muchas gracias por acordarte de dejarme la dirección!!! Un saludo!!!
errotatxo
13 febrero, 2013 at 19:19Bueno un aupa por tu paseo por bilbao pero para mi hay un edificio muy parecido a gaudi ke la verdad merece destacar y otro en la granvia arquitectura francesa ke sobretodo de noche iluminado prcioso pero ya te digo muy bjen paseo por el botxo un saludo
Marta Aguilera
13 febrero, 2013 at 19:22Muchas gracias!! Pues dime exactamente dónde están esos lugares y en mi próxima visita no me los pierdo!!!
Amajaiak
30 enero, 2013 at 19:31El BIlbao industrial era feo, pero tenía una gran riqueza industrial. Bilbao superó una gran crisis en los 80 debido al cierre de grandes empresas y una gran inundación que destrozó el casco viejo (en muchos sitios del casco viejo hay placas que indican el nivel de agua alcanzado), y ha sabido reinventarse como ninguna.
Marta Aguilera
6 febrero, 2013 at 16:18Una reinvención buenísima y muy acertada!!
Gracias por pasarte por aquí Amajaiak!!!
viatgesambcartabo
25 enero, 2013 at 18:33Nosotros intentamos escaparnos a menudo a Bilbao y siempre nos sorprendre. Cada vez está más bonita! Felicidades por el blog! Hace poco que lo hemos descubierto pero vemos que compartimos pasión por los viajes y la arquitectura…
Marc i Ibana
Marta Aguilera
29 enero, 2013 at 10:34Hola chicos! Muchas gracias por vuestro comentario!! Bilbao ha sido un gran descubrimiento para mí y espero volver muy pronto!!
Alícia Bea
24 enero, 2013 at 10:36Me ha encantado la entrada. Bilbao es uno de los destinos que escalan posiciones en mi lista de tareas pendientes.
Marta Aguilera
24 enero, 2013 at 11:55Muchas gracias Alicia!! Bilbao para mí era una gran desconocida y ahora estoy deseando volver pronto. El País Vasco en general me tiene enamorada!!
Caliope VyV
22 enero, 2013 at 18:20Hola Marta! Genial entrada . Me encantó Bilbao, me sorprendió para bien, no conocí su época industrial, pero ahora me parece una estupenda ciudad. No conocía el edificio Osakidetza, impresionante, habrá que volver y ya que estamos ir de pintxos, jeje. Sigo tu blog desee hace poco, pero me encanta. Te he agregado a mi blogroll. Un saludito 😉
Marta Aguilera
22 enero, 2013 at 18:47Muchísimas gracias por tu comentario Calíope!!
Yo siempre oí cosas tan feas de Bilbao que cuando estuve me sorprendió y me encantó!!
Un abrazo!! 🙂
Daniel
22 enero, 2013 at 10:04Joder qué gran artículo, a mi me gusta mucho Bilbao, y los que la conocemos desde hace muchos años, es impresionante lo que ha cambiado en apenas dos décadas.
Marta Aguilera
22 enero, 2013 at 10:26Muchas gracias Dani!!
Bilbao es una ciudad preciosa que engancha mucho!! Yo ya tengo ganas de volver!!!
Antonio Ruiz (Naturaleza y Viajes)
22 enero, 2013 at 0:05Excelente post de Bilbao. Hace tan sólo unos días publiqué uno de Bilbao, pero no llegué a los detalles que tú has dado. Mil gracias por hacerme recordar mi viaje bilbaino.
Llevo siguiendo tu blog desde hace poco tiempo. Me gusta bastante por lo que si me das permiso te enlazo en mi blog, aunque como estoy modificando mi plantilla, en cuanto la suba te enlazaré (normal con esa calidad que tienes, jejeje).
Abrazos.
Marta Aguilera
22 enero, 2013 at 10:25Hola Antonio! Gracias a ti por tu comentario 🙂 Bilbao es una ciudad preciosa!!
Todo un honor que quieras enlazarme, ¡adelante! Yo ya te he “postamiguado” .
Un abrazo!!