Los Ángeles es una de las ciudades más cinematográficas que existen. Es pensar en ella y venirme a la mente casi todas las series y películas de mi infancia: Los vigilantes de la playa, Sensación de Vivir, Blosom, Melrose Place, Pretty Woman, Karate Kid… ¿Quién no ha soñado con vivir en Beverly Hills 90210 o ir de compras por Rodeo Drive? Tantísimas pelis y series están ambientadas en Los Ángeles que cuando llegas parece que vas a visitar un decorado de Hollywood más que una ciudad.
Quizá por este motivo, cuando planificamos qué ver en Los Ángeles, decidimos no buscar localizaciones de cine o visitar estudios. Soy bastante soñadora y como tal me encanta idealizar lugares. Por eso, no quería empezar este esperado roadtrip por la Costa Oeste con una decepción.
Por suerte contamos con la ayuda de dos amigos. Jimena y Mario fueron nuestros cicerones esos dos días que pasamos en Los Ángeles. Nos enseñaron la cara menos visitada de esta gran ciudad: el Downtown. Además nos aconsejaron dónde podíamos disfrutar de una tranquila mañana de playa. Si no tienes la gran suerte de conocer a alguien que te haga de guía, te aconsejo que te apuntes a alguno de los tours que se organizan por la ciudad.
Qué ver en Los Ángeles
Dos días en una ciudad como esta dan para muy poco. Pero por una vez, y sin que sirva de precedente, no culparemos solo a la falta de tiempo. La gran problemática que tiene este lugar es su inmensidad y los atascos. Es la ciudad más poblada de California y la segunda de Estados Unidos. Y esto se nota fundamentalmente en el tráfico. Así que la mejor forma de decidir qué ver en Los Ángeles es con paciencia. No intentes hacer muchas cosas en un día porque sino acabarás frustrado y atrapado en alguno de sus caóticos embotellamientos.
Mi consejo es que no trates de abarcar mucho y que seas ordenado. De esta forma podrás disfrutar muchísimo más y no te pasarás el día encerrado en el coche. Además, elegir un buen barrio para alojarte, ¡es clave! Yo te recomiendo la zona de Silver Lake, Los Feliz… muy cerquita de Griffith Park.
Tranquilidad en Hermosa Beach
Si algo teníamos claro es que queríamos bañarnos en el Pacífico. Ese gran protagonista de Los vigilantes de la playa que tanto marcó nuestra infancia y adolescencia. Así que decidimos pasar nuestra primera mañana tirados en la playa.
Nuestra idea era ir a las míticas de Venice Beach, pero nuestra amiga Jimena nos quitó esa idea de la cabeza. Nos dijo que estaríamos más a gusto y disfrutaríamos más en Manhattan Beach o Hermosa Beach. Y que si queríamos ir hasta Malibú, nos quedásemos en Zumba Beach o en Matador Beach.
Como queríamos pasar la tarde en Venice y Santa Mónica, nos decantamos por Hermosa Beach. Una playa larga, ancha y muy limpia. ¡Nos encantó! Disfrutamos de una mañana muy tranquila chapoteando y paseando por la orilla. También vimos a los famosos vigilantes de la playa con sus bañadores rojos, las míticas casetas de vigilancia y los coches patrulla. Como bien nos dijo el dueño del restaurante mexicano donde comimos: “Hermosa Beach está llena de gente hermosa. ¡Os han recomendado muy bien!”.
Venice Beach: paseo marítimo, canales y Abbot Kinney boulevard
Artistas, deportistas, músicos, patinadores, vendedores callejeros… copan el mítico paseo marítimo de Venice. Un lugar de lo más pintoresco para empaparse del verdadero espíritu de este distrito angelino. Muscle Beach o la pista de skate son dos paradas obligatorias de este paseo. ¡El escenario de tantas pelis y series!
Otra zona que no debes perderte en Venice es la zona de canales. ¡Qué casas más increíbles! He perdido la cuenta de todas en las que me encantaría vivir. Además, la gran mayoría tenían anclada una barquita o pedal en la puerta. Es muy agradable pasear por los canales. Son como un oasis de tranquilidad en medio de la vorágine de Los Ángeles.
En Venice también encontramos una de las zonas de compras más hipster y vanguardista de la ciudad: Abbot Kiney Blvd. Hay boutiques de todo tipo, restaurantes vegetarianos y sanos, cafeterías donde pasar toda la tarde leyendo y un ambiente increíble. Por lo que he leído, el primer viernes de mes suele haber música en vivo y food trucks. ¡Todo un planazo!
Atardecer en Santa Mónica
En tu lista de cosas que hay que ver en Los Ángeles no puede faltar una de las puestas de sol más míticas de California: desde el muelle de Santa Mónica. Sí, hablo del famoso pier donde acaba la Ruta 66 y está el mini parque de atracciones con la noria gigante. A pesar del sablazo que nos dieron en el párking, la verdad es que compensa acercarse hasta aquí para ver el atardecer. El color rosado del cielo mientras el sol cae por detrás del Pacífico es todo un espectáculo.
Sin embargo, hubo algo que empañó por completo este bonito final de día: la suciedad. Es verdad que había muchísima gente y es una playa ultra turística, pero eso no puede ser excusa para dejarla hecha una porquería. En esos momentos nos acordamos de lo limpia y bonita que habíamos encontrado Hermosa Beach. Es una pena que la masificación y el turismo altere tanto los lugares. Desde aquí hago una llamamiento al civismo y a la responsabilidad que tenemos para/con los lugares que visitamos.
Mini ‘hike’ a Griffith Park
Una visita a Los Ángeles no estaría completassin hacer un hike, un plan típicamente angelino. Si ya lo culminas con un desayuno healthy en alguna cafetería moderna de Los Feliz, ¡es para nota! Y eso fue lo que hicimos. Quedamos con nuestros amigos a las 7 am en la entrada del famoso Griffith Park y subimos hasta el observatorio. Es un paseito muy agradable de 45 minutos aproximadamente. Desde arriba hay unas vistas estupendas de la ciudad e incluso se alcanza a ver el famoso letrero de Hollywood.
Para reponer fuerzas y hacer frente al resto del día, nada mejor que una tostada de aguacate y tomate en Stamp. Este restaurante de filosofía saludable está Los Feliz, un barrio muy moderno cercano a Silver Lake y al lado de Griffith Park. Este vecindario es, además, una buenísima opción para alojarte si visitas Los Ángeles. Al menos nosotros estuvimos muy a gusto.
The Broad, un museo de arte contemporáneo gratuito
Fundado por los filántropos Eli y Edythe Broad, The Broad ha sido la gran sorpresa de nuestra corta estancia en Los Ángeles. Este moderno museo de arte contemporáneo abrió sus puertas en 2015 y alberga unas 2.000 obras de arte de la colección privada Broad. Andy Warhol, Jeff Koons, Roy Lichtenstein o Jean-Michel Basquiat son solo algunos de los artistas que la protagonizan.
El moderno cubo que acoge la colección de The Broad fue proyectado por la arquitecta Elizabeth Diller. Este espectacular caparazón de hormigón y fibra de vidrio destaca sobremanera entre los rascacielos del downtown angelino. Además, lleva una completa sintonía arquitectónica con su su vecino Walt Disney Concert Hall, sede de la Filarmónica de Los Ángeles y obra del archiconocido Frank Gehry.
Te aconsejo que lo incluyas en tu lista de qué ver en Los Ángeles y que reserves tu entrada con antelación. The Broad es gratuito y eso es un gran reclamo.
El mirador de Los Ángeles City Hall
Con sus 32 plantas y sus 138 metros de altura, el ayuntamiento de Los Ángeles fue el primer rascacielos de la ciudad. Hasta finales de los 60 no se atrevían a construir edificios más altos por miedo a los terremotos. Ahora ya se ven construcciones muchísimo más altas, como los rascacielos de la zona financiera. Llega un momento que no sabes muy bien si sigues en California o has dado el salto a Nueva York.
Se puede visitar de forma gratuita y desde su planta 27 tiene una de las mejores vistas de la ciudad.
Spire 73, un bar con vistas 360º
Terminamos nuestra visita al Downtown tomando una cerveza mexicana en el piso 76 del hotel Intercontinental. A más de 300 metros del suelo, Spire 73 presume de ser el bar al aire libre más alto de Occidente. Sus vistas 360º de Los Ángeles nos permiten reconocer lugares tan emblemáticos como el Dodger Stadium de béisbol, el Observatorio Griffith Park, las atascadas autopistas, el letrero de Hollywood y, al fondo, el océano Pacífico.
Es, sin duda, el sitio perfecto para ver la puesta de sol después de un duro día de pateo por el centro de la ciudad. Lo mejor de todo es que la entrada es gratuita hasta las 20h. Si vas más tarde, el precio de la entrada a los que no son huéspedes del hotel es de 25$. Lo peor son esas cristaleras bastante sucias que rodean al bar, ¡no se puede tener todo!
Hasta aquí mis propuestas para ayudarte a decidir qué ver en Los Ángeles. ¿Qué te ha parecido?
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2 Comments
Mercedes
22 enero, 2019 at 21:28Gracias por este post… me parece que lo voy a seguir paso a paso. Solo una pregunta ¿Dónde os alojásteis? Es difícil decidir en L.A.
Un saludo
Marta Aguilera
23 enero, 2019 at 10:05Hola, Mercdes! Me alegra mucho que te haya sido útil 🙂 Nosotros nos alojamos en un Airbnb en el barrio de Los Feliz. Te recomiendo mucho este barrio porque es residencial, tranquilo, seguro. Está al lado del Griffith Park. A nosotros nos lo recomendaron unos amigos que viven en LA. Un saludo y espero que vaya muy bien!