Si viajas a Uruguay, visitar Casapueblo debe estar entre tus planes. Esta fantástica escultura habitable es uno de los mayores tesoros de la elegante y sofisticada Punta del Este. Para mí fue una de las mayores sorpresas de mi estancia en el paisito y una de mis más sinceras recomendaciones. Así que si tienes oportunidad, ¡no dejes de ir a conocerla!
Punta del Este
Nos encontramos frente a uno de los balnearios más importantes de Sudamérica. Localizada en el departamento de Maldonado, Punta del Este posee el equilibrio perfecto entre la belleza de sus paisajes y playas, y el lujo de sus residencias y restaurantes de primera línea. Por esto mismo es conocida como la Riviera Uruguaya.
Elegida como destino de veraneo por celebrities internacionales de la talla de Shakira o Valeria Mazza, esta península con más de 20 kilómetros de costa ofrece oportunidades para todos los gustos. A las actividades típicas del verano se suma una interesante agenda cultural con numerosas salas de exposiciones y galerías de arte, conciertos, teatros y cines. Además, cuenta con una excelente propuesta gastronómica y una agitada vida nocturna.
En Punta del Este convergen el río de la Plata y el océano Atlántico. Una extensión de tierra que ofrece al visitante un montón de rincones y paisajes que nada tienen que ver con el lujo y el glamour que la hizo famosa. Un accidente geográfico que la dota con una espectacular y peculiar costa. La combinación perfecta de playas de aguas tranquilas para el baño, con las de fuerte oleaje ideales para la práctica de surf.

Casapueblo, una casa-escultura
Más allá del glamour, las lujosas residencias y los restaurantes exclusivos, lo que a mí me enamoró fue Casapueblo. Este hotel, museo y galería de arte se encuentra en Punta Ballena, a orillas del río de la Plata. Es uno de los lugares más mágicos y espectaculares del departamento de Maldonado.
Carlos Páez Vilaró, el escultor
Esta casa-escultura de estilo mediterráneo es obra de Carlos Páez Vilaró (Montevideo 1923-2014). Este artista uruguayo fue todo un icono de la arquitectura del ‘paisito’. Escultor, pintor, escritor, compositor, ceramista y constructor, desde muy joven se hizo hueco en el círculo cultural y artístico a ambos lados del río de la Plata. Además, durante la década de los 50 se le relacionó con artistas de la talla de Picasso, Dalí, De Chirico y Calder.
Modelada con su propias manos, durante muchos años fue la residencia de verano del artista uruguayo. Esta “escultura habitable”, como le gustaba definirla, es guardiana de interesantes y coloridas exposiciones de cerámica, pintura y escultura. Además, tiene unas privilegiadas vistas al mar.
Carlos Páez Vilaró no solo fue conocido por su faceta artística, sino también por una tragedia humana: el accidente aéreo en la Cordillera de los Andes en 1972. Una catástrofe sobre la que se escribió un libro, Viven, y que se llevó a la gran pantalla a principios de los 90. En este avión que colisionó contra las montañas chilenas viajaba Carlos, hijo mayor del artista y uno de los 17 supervivientes de los 42 pasajeros. El escultor y pintor uruguayo lideró uno de los grupos de búsqueda de los desaparecidos durante 72 días. Fruto de esta angustiosa experiencia surgió el libro Entre mi hijo y yo, la Luna.
Para mostrar su sincero agradecimiento por la solidaridad recibida por el pueblo chileno, pintó un mural en el hospital de Santiago. Con esta, sumaba una obra más a su campaña de color contra el dolor, que lo llevó a poner alegría en los hospitales a través de sus pinturas.
Páez Vilaró fue autodidacta, es decir, su arte se nutrió de aventuras, desafíos y vivencias. Plasmó en sus obras los distintos paisajes que vio y las diferentes culturas que conoció. Experiencias que sin duda enriquecieron su legado y le motivaron a seguir batallando en la búsqueda del arte.
‘Los Dedos’ de Punta del Este
En playa Brava encontramos otro de los puntos de referencia del balneario: el ‘Hombre emergiendo a la vida’. Más conocida como ‘La Mano’ o ‘Los Dedos’, esta escultura con cinco dedos enterrados brotando de la arena es todo un símbolo en Punta del Este desde la década de los 80. Además, es uno de los iconos más representativos de Uruguay obra del escultor chileno Mario Irarrazábal.
Mi fin de semana puntaesteño lo pasé contemplando el mar con amigos, mateando frente a una chimenea, dos solos de guitarra y una armónica.
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2 Comments
xipo
16 marzo, 2015 at 8:58Como molan estos rincones. A Uruguay le tengo muchas ganas desde que oí hablar de cabo Polonio y Colonia del Sacramento. Ahora me vienes con esto… tengo que ir ya o ya, pedazo de país! Saludos
Marta Aguilera
9 abril, 2015 at 12:13Jajajaja, Uruguay es un gran desconocido repletito de rincones!! Si tienes oportunidad, no dejes de visitarlo!