Cuando planeo un viaje, lo hago con la intención de ver lo máximo posible. Pero a veces el tiempo o el clima impide que cumpla los objetivos viajeros que me marqué antes de salir de casa. Por eso no suelo ser demasiado exigente con esos hitos y si no se puede ver, pues otra vez será.
Sin embargo, cuando diseñamos nuestro #locoveranoalpino por los Dolomitas y el Tirol Austriaco teníamos muy claro que había 7 lugares por los que queríamos pasar a toda costa. Ya veríamos cómo nos las apañábamos, pero ir, iríamos, pasara lo que pasara.
¿Por qué ser tan estricta cuando lo bonito de viajar es dejarse llevar, disfrutar del momento y sorprenderse cada día con algo inesperado? Por una razón muy sencilla. Desde hacía tiempo se me agolpaban en la cabeza un montón de nombres que me costaba darles sentido en forma de viaje. Y por fin se presentó la oportunidad de unir los puntos en un mapa. ¡No podía dejarlos escapar!
No voy a decir que fuera la primera vez que quería/necesitaba/estaba como loca por ver ciertos lugares. Esto mismo ya me pasó con Myanmar y por suerte, en ambos casos, volví a casa sin ninguna espinita clavada, al menos no de las dolorosas.
Lugares imprescindibles en Austria, Suiza y Dolomitas
No voy a citar los lugares por orden de preferencia, sino según los fuimos encajando en el puzzle que teníamos planeado.
Tre Cime di Lavaredo
Las Tres Cimas de Lavaredo son, probablemente, la imagen más representativas y mítica de los Dolomitas y uno de los grupos montañosos más famosos de los Alpes. Se encuentran en el noreste de Italia, concretamente en las provincias de Bolzano y Belluno. ¿Cómo pasar por allí y perdernos semejante maravilla de la naturaleza?
Pero más allá de verlas de lejos y llevarnos la foto de recuerdo, queríamos rodearlas. Queríamos sentir que formábamos parte de ese paisaje despuntado y rocoso en el que se encuentran. Por eso decidimos hacer un trekking de 16 km y 800 metros de desnivel. ¡Ahí es nada! Pero realmente merece muchísimo la pena. O al menos, así nos pareció a nosotros.
Lago di Braies
Este precioso lago alpino es la perla de los Dolomitas. Pertenece al Parque Natural de Fanes-Sennes-Braies y está situado a 1.496 metros de altitud. Si decides visitar los Alpes italianos, el lago di Braies es una parada obligatoria. El reflejo de las altas montañas que lo rodean sobre sus aguas cristalinas no dejan indiferente a nadie.
No solo puedes rodear el lago en un tranquilo paseo de 1,5 km, sino que también puedes recorrerlo en barca. Hay una zona que parece una playa por lo que entiendo que uno puede darse un baño tranquilamente. Nosotros llegamos muy tarde y ya no había nadie en el lago: ni barqueros ni visitantes ni bañistas. Lo teníamos enterito para nosotros solos.
Glaciar Marmolada, Stubai y Kitzsteinhorn
Otro de nuestros objetivos eran los glaciares. El primero que visitamos fue el glaciar de la Marmolada, que desciende por una la de las laderas de la Marmolada, la montaña más alta de las Dolomitas, y termina en el lago Fedaia. No contentos con caminarlo, tocarlo y rebozarnos en él, quisimos verlo desde lejos. Fue, sin lugar a dudas, una de las mejores decisiones que tomamos en este viaje.
Al otro lado de la frontera nos esperaban el glaciar de Kitzsteinhorn y el de Stubai, el más grande de Austria. El primero lo vimos a todo color. El sol nos acompañó esa mañana y nos permitió disfrutar de unas impresionantes vistas de los Alpes austriacos.
Con el de Stubai no tuvimos tanta suerte con el tiempo. Amaneció nublado y con una amenaza constante de lluvia. Pero aún así subimos. Lo bueno de las inclemencias metereológicas es que arriba te encuentras con poca gente, y caminando por el glaciar con menos gente aún. Esa sensación de soledad y tranquilidad compensa el frío que pasamos, al menos yo. Si tuviera que elegir uno de los dos, sin duda volvería a repetir el ascenso a pie por el glaciar de Stubai.
Innsbruck
El tejadillo dorado, subir al Nordkette, pasear a orillas del río Inn, sentir la vida de su casco histórico… Había visto mil y una fotos de la capital del Tirol austriaco y sentía la necesidad de colarme en la postal. De perderme entre sus callejuelas con edificios de colores y de sentirme arropada bajo el abrazo de la cordillera Nordkette.
Venir al Tirol y no pasar un par de noches en esta preciosa ciudad de cuento, era un delito muy grave. Y mucho más teniendo allí amigos que nos trataron como a reyes (gracias Lisa y Julius).
Esquiar en un glaciar
Y ser la envidia de mis amigos esquiadores. Porque, ¿cuántos pueden presumir de haber esquiado un 16 de agosto en el hemisferio norte? Es un capricho, lo sé. Pero, ¿cuándo iba a volver a tener la opción de esquiar el día de mi cumpleaños? ¿Y si no se volvía a presentar una oportunidad así?
En Austria solo la estación de esquí de Hintertux abre los 365 días del año, así que allá fuimos con unas ganas locas de ¿terminar o empezar la temporada? Aún no tengo muy claro cuando empieza y acaba la temporada en una estación que abre todo el año.
Hallstatt
Este pequeño pueblecito austriaco fue el precursor de este #locoveranoalpino. Aunque nos alejaba de nuestro objetivo alpino, no podíamos pasar tan cerca y mirar para otro lado. Teníamos que ver Hallstatt o la próxima foto que viera en instagram de este precioso pueblo, me haría llorar desconsoladamente.
Aunque no nos hizo un día idílico, pasear por Hallsttat no me defraudó en absoluto. Y eso que iba con bastante miedo a llevarme una gran decepción. Pero ni las hordas de japoneses que nos empujaban y se colaban en todas nuestras fotos, fueron capaces de que me desilusionara ni una pizquita.
Zermatt y Matterhorn
Necesitábamos un final de viaje que estuviera a la altura de todo lo que habíamos visto, pero no iba a ser fácil. El listón estaba bastante alto. Entonces, mirando el mapa de Europa, se me ocurrió que si nos desviábamos un poquito hacia Suiza podría hacer realidad otro de mis sueños viajeros: conocer Zermatt y el monte Cervino.
Más allá de perderse por el pueblo que es una preciosidad, hay que montar en el tren cremallera de Gornergrat. Es el más alto de Europa y una de las excursiones más famosas de Zermatt. A medida que el tren va cogiendo altura, las vistas de Zermatt con el Matterhorn al fondo son espectaculares.
Y hasta aquí mis 7 lugares imprescindibles en Austria, Suiza y Dolomitas. O mejor dicho, mis 7 objetivos cumplidos. No hay nada como jugar a unir los puntos para que te salga un viaje redondo.
Recuerda que también puedes seguirme a través de mis redes sociales. ¡Te espero!
6 Comments
Jorge
21 abril, 2023 at 9:44a ver, Zermatt es Suiza, no confundir por dios, la montaña mas alta de Austria no llega a los 3000 m y el monte cervino pasa de los 4000,después del Mont blanc es el monte mas alto de los Alpes
Marta Aguilera
21 abril, 2023 at 10:19Buenos días Jorge. Primero gracias por dedicar un minuto a dejarme un comentario, pero la próxima vez leer un poco mejor el artículo porque en ningún sitio pone que Zermatt y el Cervino pertenezcan a Austria. Un poquito de comprensión lectora antes de dejar un comentario tan insolente. Un saludo!
tragaviajes
17 octubre, 2016 at 16:30Vaya pasada de sitios. A ver si nos dejamos de tanto Asia y nos vamos más de una semanita por Europa 🙂 Preciosas fotos Marta
Patricia Rojas Soto
17 octubre, 2016 at 11:57Qué maravilla, estuve en Austria hace años de Insbrück a Viena recorriendo el Tirol, la región de los lagos y el valle del Danubio pero no llegué tan arriba. Hallstatt enamora 🙂
Rafa Frias (Viajes con Humor)
16 octubre, 2016 at 17:01Menudos paisajes Marta!
Me alegro que pudierais cumplir todos los objetivos.
Un abrazoooo!
Marta Aguilera
17 octubre, 2016 at 10:49Pues imagínatelos en vivo y en directo o_O. Un abrazote!!!