Escalofriante. Es el adjetivo que mejor define la Colina de las Cruces en Lituana, sobre todo si la visitas en un día gris y tormentoso. Esta pequeña elevación está coronada por más de 100.000 cruces y es uno de los lugares de peregrinación más importantes del país. Recibe cientos de visitantes al día y se encuentra a 12 km de Šiauliai, una de las ciudades más importantes de Lituania por detrás de Vilna.
Origen de la Colina de las Cruces
Es complicado conocer el origen de este lugar, pues existen tantas teorías como cruces en la colina. Entre las más sonadas está la del padre que colocó una cruz en un intento desesperado por lograr la cura para su hija enferma. También hay quien afirma que se creó en tres noches por los familiares de los caídos durante la represión de las autoridades zaristas del Imperio Ruso tras la insurrección de 1831.
Sea como fuere, el caso es que las cruces están ahí y poco a poco se ha ido convirtiendo en un lugar de identidad religiosa, nacional, y cultural. Sobre todo durante los momentos de mayor represión hacia Lituania por parte de la Rusia zarista y la Unión Soviética.
Durante la época soviética, entre 1963 y 1990, las cruces representaban la repulsa del pueblo lituano a lo soviético. Por este motivo hubo varios intentos fallidos por destruir el lugar: los rusos quitaban las cruces y por las noches, los fieles las volvían a erigir en el mismo sitio. Este tira y afloja entre rusos y lituanos estuvo vigente hasta 1985. A partir de ese año, ya no se volvió a quitar ninguna cruz de la colina.
En 1993, el papa Juan Pablo II mandó levantar una enorme cruz durante una de sus visitas a Lituania. A partir de ese momento, este curioso lugar perdió el halo pagano de sus orígenes y se convirtió en un centro de peregrinación católico.
Visita a la Colina de las Cruces
Una cruz gigante con un Cristo crucificado te da la bienvenida a la Colina de las Cruces. A partir de ahí, cualquiera puede pasear por este curioso santuario y hasta colocar su propio crucifijo, dejar una estampita de la Virgen, una imagen, un rosario… Las cruces puedes llevarlas de casa o incluso comprarlas en la tienda de recuerdos que hay a la entrada.
En nuestro paseo encontramos cruces de todo tipo: grandes, pequeñas, de madera, de metal, más ornamentadas, más sencillas, con fotografías… Incluso vimos una hecha con dos lapiceros. También vimos los tradicionales koplytstulpis lituanos que son esculturas de madera con una figura coronada por un tejadito, una estrella de David, imágenes de la Virgen y hasta una medida de la Virgen del Pilar.
Me pareció un lugar muy curioso y recomiendo mucho visitarlo. A pesar de la cantidad de turistas y fieles que lo visitan a diario, esta colina emana una tranquilidad y un sosiego muy agradables. Además, siempre hay algún pasillito por el que perderse entre cruces, inscripciones, rosarios, flores y estampitas de la virgen.
¿Qué te parece la Colina de las Cruces? Si conoces algún sitio similar, ¡no dudes en dejármelo en un comentario!
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11 Comments
xipo
16 marzo, 2015 at 8:54Me fui de Lituania sin poder pasar por aquí, y no sabes lo que me arrepiento. Tendré que volver solo por este lugar!
Marta Aguilera
9 abril, 2015 at 12:13Sí, sí, tienes que volver para conocerlo porque es escalofriante!!!
nachosilvan
24 febrero, 2015 at 11:01Flipante!
thewotme
3 febrero, 2015 at 8:56Fascinante …. sólo por hacer esas mismas fotos viajaría hasta Lituania …
Un saludo y encantado de haberte conocido !
Marta Aguilera
24 febrero, 2015 at 10:40Lituania es un país fascinante! A mí me gustó muchísimo y su capital, la más bonita de las Bálticas (a mi gusto ;)). Un placer para mí también habernos conocido!! 🙂
Annick
30 enero, 2015 at 13:30Madre mía… luego dicen que los andaluces son exagerados…
Marta Aguilera
24 febrero, 2015 at 10:45Jajaja, ya ves!
Juan Carlos Oviedo
16 enero, 2015 at 8:02Vaya pasada, no entra ni una cruz más… como te gusta la virgen del Pilar eh… 😉
Marta Aguilera
24 febrero, 2015 at 10:47Jajaja, en ocasiones me siento un poco maña 😉
Abogado Alcala de Henares
16 enero, 2015 at 7:59Joder, es escalofriante…
Marta Aguilera
24 febrero, 2015 at 10:46Y si el día te sale así de tenebroso, ¡mucho más!