Situada a orillas del río Neretva, Mostar es la quinta ciudad más grande del país. Su nombre proviene del famoso puente, el Stari Most (‘Puente Viejo’) y por los mostari que eran los guardianes que cobraban el peaje para cruzarlo. ¿Te vienes a conocer esta histórica ciudad?
Qué ver en Mostar
Nuestra visita a la transitada Mostar comenzó sin un rumbo fijo hasta llegar a la zona del Bulevard. Esta es una de las partes más auténticas y fantasmagóricas de la ciudad. No exagero, en serio. El recuerdo de la guerra aún se puede palpar en las fachadas cercanas. En un solo vistazo queda claro que hace 20 años el fuego cruzado, el odio y el terror se apoderaron y dividieron las calles mostaríes.
En esta zona se encuentra la Plaza de España, una muestra del cariño del pueblo bosnio a los españoles. Recibe este nombre como agradecimiento a las tropas españolas por celebrar, precisamente en este lugar, la primera reunión entre musulmanes bosnios y croatas en 1994. Además, está coronada por un monolito en homenaje a 23 de los soldados españoles que sacrificaron su vida en pos de la paz durante la guerra de Bosnia.
La plaza está rodeada por unos jardines y un edificio anaranjado que nos recordó mucho a la plaza de toros de Las Ventas. Más tarde descubrimos que era un colegio.
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Salimos del Bulevard y llegamos a la zona del Puente Viejo. Entramos en una de las mezquitas más visitadas de Mostar: Koski Mehmed Pashauna. Tuve que cubrirme el pelo y las piernas con un par de pañuelos para poder entrar. Subimos al minarete y nos dejamos atrapar por las vistas de la ciudad: el imponente río Neretva, el Stari Most, minaretes mezclados con tejados de casas y el montañoso paisaje que rodea Mostar. Es una de las mejores panorámicas de la ciudad.
Puente Viejo o Stari Most
Es uno de los monumentos históricos más famosos de la antigua Yugoslavia y el más representativo de Mostar. Fue destruido por unidades del Consejo Croata de Defensa durante la guerra de Bosnia el 9 de noviembre de 1993. De los nueve puentes que cruzaban el Neretva en aquella época, solo el Stari Most fue reconstruido por completo gracias a las ayudas de la Unión Europea en 2004.
Este puente está franqueado por dos torres. Nosotros subimos a una de ellas y nos volvimos a dejar encandilar por los tejados y minaretes que dibujan el paisaje mostarense. En la planta baja se puede ver una interesante exposición fotográfica permanente sobre los destrozos de la guerra. A veces cuesta creer en la maldad del ser humano. En la otra torre hay una tienda de souvenirs donde reproducen una y otra vez un vídeo sobre el bombardeo del puente y su reciente reconstrucción.
Impresiones sobre Mostar
Esperaba otra cosa. No sé aún el qué, pero jamás pensé que me encontraría con semejante mercado del drama humano, político y cultural que vivieron hace 20 años. Llámame exagerada, idealista o lo que quieras, pero este tipo de lugares no suelen gustarme por eso.
Independientemente de que la zona antigua de Mostar es un lugar precioso y disfruté muchísimo paseándola, cruzando el Stari Most y viendo la gente saltar al Neretva a cambio de unas monedas, me quedé fría. Vi puestos en los que comercializaba casquetes de balas (originales de la guerra, o al menos eso te vendían), entre otras muchas cosas que ahora no recuerdo.
No sentí que paseara la ciudad, sino por un decorado que a partir de las 8 de la tarde se desmonta y queda vacío. ¿Qué he visto entonces? ¿He sido víctima de una ilusión? Y no es que esperara encontrar una ciudad derruida y abatida por la guerra. No. Para nada. Esperaba ver realidad y no un circo/teatrillo montado única y exclusivamente para el turista. Y, lamentablemente, no es la primera decepción que me llevo con una ciudad por este motivo.
Aún así disfruté muchísimo mi paseo por Mostar y de su gente, tan amable como ya habíamos descubierto que eran días atrás en Sarajevo y Jajce. Y, sin duda, lo mejor de todo fueron las preciosas panorámicas que disfrutamos desde el minarete de la mezquita y desde la torre, y el inesperado recorrido por los aledaños del Bulevar.
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12 Comments
Siuler viajes y fotos
3 marzo, 2014 at 18:37Una ciudad con mucho encanto. La anotamos como pendiente. Bonitas fotos Marta !! Un abrazo !!
Marta Aguilera
12 marzo, 2014 at 10:11Sí, merece mucho la pena visitarla! Sobre todo porque te mueve algo por dentro y te obliga a reflexionar sobre muchas cosas!!
Gracias por pasaros, un abrazo!!!
Enric y Celia
27 febrero, 2014 at 10:46La experiencia de visitar un lugar donde hace poco ha habido una guerra debe ser impactante. Aunque parece ser que le han sacado rendimiento al turismo; de todas manera es un lugar que nos atrae. Alucinantes las vistas desde el minarete!
Un abrazo!
Marta Aguilera
12 marzo, 2014 at 10:16A ver, tampoco se les puede culpar por explotar el turismo. De alguna forma tienen que salir adelante y es muy loable!! Pero como en todo, hay que rascar un poquito 🙂 Unas vistas impresionantes, aunque demasiado calor… :S
Un abrazo pareja!!!!
Xipo
27 febrero, 2014 at 9:47A mi me gustó Mostar por la historia que tiene detrás, pero como bien dices, la zona del puente se ha convertido en zona de turisteo a saco, (con millones de españoles por cierto), pero aun así la ciudad tiene su encanto. Fuera de allí, en Bulevar, y más lejos del centro aún, sí se respira otra Mostar, que se nota además de en los edificios y el ambiente, en los precios!!
Marta Aguilera
27 febrero, 2014 at 10:07Eso no lo discuto: Mostar tiene una historia increíble y la zona antigua es preciosa. Pero tira mucho para atrás la masificación y el mercadeo de todo que hay en la zona.
Me hubiera gustado quedarme a pasar la noche porque los amigos con los que nos encontramos nos dijeron que la zona antigua cambia y se vuelve tranquila y más auténtica.
Y sí, las zonas más alejadas muestran una realidad, que nos puede gustar más o menos, pero es la realidad de Mostar.
Alícia Bea
26 febrero, 2014 at 19:51Reconozco que antes de leer tu post solo conocía Mostar por las noticias y me ha sorprendido muchísimo ver lo bonita que es la zona antigua. La foto desde el minarete es fantástica. Lo que no me hace tanta gracia es que esté todo tan preparado para el turista como dices. ¡Un saludo!
Marta Aguilera
27 febrero, 2014 at 10:09Siempre hay caminos que te alejan de la muchedumbre y te muestran la realidad. Merece mucho la pena visitarla, descubrirla y aprender sobre su historia.
Un saludo!
Noelia
26 febrero, 2014 at 17:47Es una pena lo que la guerra puede llegar a inculcar! Tus fotos increíbles Marta!
Marta Aguilera
27 febrero, 2014 at 10:09Ya ves… es una pena!! Gracias por tu comentario!!
maria luisa
26 febrero, 2014 at 17:32Muy interesante y muy buenas fotos enhorabuena Marta me encanta todo lo que escribes lo haces genial un beso
Marta Aguilera
27 febrero, 2014 at 10:09Muchas gracias María Luisa!!!! Un beso!!