Las cascadas de Kravica fue uno de esos descubrimientos fortuitos que te dan la vida. Para nosotros fue como encontrar un oasis en el desierto y el colofón perfecto a nuestra pequeña escapada por Bosnia. Después de haber pasado varios días a más de 35º, plantarnos delante de esta maravilla natural nos pareció un regalo.
Teníamos ganas de cruzar la frontera, que está a unos 30 km, y encontrar un sobe donde darnos una ducha y pasar la noche. Pero el destino quiso nos confundiésemos de carretera y acabásemos en un oasis de aguas cristalinas rodeado de vegetación.
¿Dónde están las cascadas de Kravica?
Se encuentran entre las poblaciones de Studencia y Ljubuski, en la región de Herzegovina. Aunque en la carretera que une ambos lugares (M-6) viene señalizado, no es fácil dar con ellas. Lo mejor es dejarse guiar por el sonido del agua, que se va haciendo más fuerte a medida que te vas acercando. Muy cerquita de las cascadas se encuentra Medjugorje, el santuario de peregrinación más importante del país.
Cómo son las cascadas de Kravica
Son uno de los puntos de encuentro más populares entre la población de la zona. Había bastante gente haciendo picnic y bañándose en las cascadas, pero sorprendentemente no había turistas. Esto nos llamó mucho la atención y nos vino genial para disfrutar de un poco de tranquilidad.
Estos saltos de agua de 26 metros de altura y 200 metros de largo caen sobre el curso del río Trezibat, uno de los más ricos y largos de la zona de Herzegovina. Sus paredes forman un perfecto jardín vertical repleto de césped, líquenes, moho, musgo… Además, están rodeadas de espesa vegetación que refresca muchísimo el ambiente y lo convierte en un refugio estupendo para los calurosos veranos bosnios.
Bajo la cascada se forman unas pozas donde misteriosamente el agua estaba bastante calentita y la gente las utilizaba como si fuera un jacuzzi natural. Era una auténtica gozada sentir la caída del agua por detrás y estar rodeados de semejantes paisajes.
En este oasis pasamos las últimas horas de la tarde, dejando que el refrescante agua de la cascada cayera sin pudor sobre nosotros y chapoteando en las cristalinas aguas del río Trezibat.
*Disculpad la calidad de las fotos, pero nos dejamos la cámara en el coche y están hechas con el móvil. Aún así, creo que podéis haceros una idea del oasis del que hablo, ¿no?
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9 Comments
Javier M
3 agosto, 2017 at 15:50El punto que señalas en el mapa se encuentra a 124 Km de donde realmente están las cataratas. A día de hoy se encuentran perfectamente señalizadas (Agosto 2017). Usando el Google Maps en modo desconexión es realmente sencillo llegar hasta ellas. Para ello es necesario descargar la zona del mapa deseada previamente. Recomendable un baño en este pequeño paraíso.
Marta Aguilera
3 agosto, 2017 at 17:14Gracias Javier!! Me alegro de que ya estén bien señalizadas, así son más fáciles de encontrar jeje.
pcuestafpeip
1 julio, 2014 at 14:35La verdad es que llevo leyendo mucho sobre estas cascadas y prácticamente es imposible encontrar alguna indicación para ir, por eso os quería preguntar si recordais algún dato más sobre como llegar o si recordais la carretera “equivocada” que tomasteis. Sino, seguro que al menos me podéis resolver tres dudas:
-¿El cartel que hay en la carretera secundaria y que las indica, en que idioma viene escrito?
-¿En el GPS salen indicadas?
-¿Te puedes bañar en ellas? ¿Pero debajo de ellas? Jajaja, eso no se si sería chulísimo o peligroso xD
Gracias de antemano y genial la entrada del blog!! 🙂
Marta Aguilera
1 julio, 2014 at 14:45Hola!
Pues mira, es la carretera que va de Mostar a Croacia. Y nosotros nos salimos de ella como si fuéramos a Medjugore. No sabría indicarte demasiado bien la verdad. Pero Studencia y Ljubuski son la clave. Están en la carretera que los une, solo que tendréis que salir de ella y creo que sí venía indicado.
Puedes bañarte en el lago que forman las cascadas y debajo también. Hay un par de zona donde puedes subir con cuidado y ponerte debajo de la cascada. No es una catarata, solo una cascada 🙂
Gracias a ti por pasarte y el comentario!!
pcuestafpeip
1 julio, 2014 at 15:17Jajaja, cierto, cierto… ¡Muchas gracias por tu rapidez! Me lo apunto todo todito para ver si lo encuentro este verano 😀
Nuria
30 abril, 2014 at 21:42Joooo yo me lo perdí!!
Marta Aguilera
6 mayo, 2014 at 13:37Ya… si es que íbamos al revés!! 😛
Alícia Bea
30 abril, 2014 at 10:51Lo bueno de perderse un poco y coger la carretera equivocada es que puedes encontrarte tesoros escondidos que ni sabías que existían. Desde luego, después del calor de Mostar, disfrutar de este precioso jacuzzi natural tuvo que estar genial. Un saludo
Marta Aguilera
30 abril, 2014 at 13:27Fue una maravilla! Una pena no haber podido quedarnos más por la zona 🙂 A veces mola que el GPS se vuelva loco y tener que improvisar. Un saludo Ali!