Ljublajana es una de las ciudades con más vida de Europa. Combina el encanto de una capital pequeña y la confianza de las grandes ciudades del continente. El arquitecto Jože Plečnik fue el encargado de diseñar la preciosa imagen de Ljubljana: una ciudad al lado del río con pintorescos puentes y un animado mercado.
Eslovenia ya nos tenía enamorados después de ver las maravillas que esconde Bled y su famoso lago glaciar. Pero lo que encontramos en Ljubljana nos hizo plantearnos visitar el país en un futuro no muy lejano. El país más verde de Europa se merecía un roadtrip en condiciones.
Ljubljana, con una expandida cultura de bicis y su río-canal, me recordó mucho a Ámsterdam. También se me asemeja bastante a Budapest por el color verde azulado de sus tejados, e incluso a Viena por la arquitectura clásica de alguno de sus edificios.
Qué ver en Ljubljana
La capital de Eslovenia es una ciudad vibrante, con mucha vida y una arquitectura impresionante. Su casco antiguo es de los mejores de Europa y está todo tan limpio y cuidado que es un gustazo pasear por ella.
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1. Plaza Prešeren y Puente Triple
La plaza Prešeren es el centro neurálgico de Ljubljana y el mejor punto de partida para conocer la ciudad. El ambiente que encuentras en esta zona es inmejorable: terrazas a ambos lados del río, músicos animando los paseos y gente, mucha gente.
En esta plaza se encuentran tres de las imágenes más reconocidas de Ljubljana: la rosa fachada de la Iglesia franciscana de la Anunciación, el monumento al poeta France Prešeren y el Puente Triple de Plečnik. Este último cruza el río Ljubljanica que rodea el casco antiguo de la ciudad. Sin duda, es uno de los más bonitos de Ljubljana, y eso que tiene unos cuantos.
2. Puente de los Dragones
Se encuentra al lado del Mercado Central y es uno de los más famosos y característicos de Ljubljana. Está custodiado por cuatro dragones y es uno de los mejores ejemplos de Art Nouveau de la ciudad. Es también otro punto de acceso al casco antiguo de la ciudad.
3. Casco antiguo de Ljubljana
El casco antiguo de Ljubljana está rodeado por el río Ljubljanica formando una pequeña isleta. Para llegar hasta él basta con cruzar el río por alguno de sus muchos puentes. La mejor forma de conocer el casco antiguo es perderse entre las callejuelas de esta coqueta ciudad y dejarse sorprender por los edificios, el ambiente, los bares, las librerías… Tiene los mismos tintes señoriales de una ciudad y a la vez es tan recogidita como un pueblo.
Dentro del casco antiguo hay varias paradas que no puedes perderte.
- Ayuntamiento de Ljubljana y su precioso edificio gótico.
- Catedral de San Nicolás, que no es gran cosa en comparación con otras catedrales europeas. Aún así, no te pierdas la talla en bronce de sus puertas laterales.
- El Mercado Central que aunque está cubierto, se prolonga hasta la plaza Vodnik. Un lugar súper colorido y lleno de vida donde la fruta, la verdura y las especias son los grandes protagonistas de estos puestos.
4. Castillo de Ljubljana
Es otro de los lugares imprescindibles dentro del casco antiguo. El Castillo de Ljubljana se encuentra en lo alto de una colina y una de las formas de llegar hasta él es en funicular. Aunque se puede visitar el interior, lo que más me gustó fue su magnífica vista de la ciudad. Desde ahí arriba te das cuenta de la verdadera belleza de la urbe: rodeada de montañas verdes y salpicada de tejados rojizos y picudos.
5. Paseo por el río Ljubljanica
Aunque no soy demasiado amiga de los paseos en barco por las ciudades, hacerlo por Ljubljana se me antojó muy apetecible. El recorrido dura una horita más o menos y te ayuda a hacerte una idea más general de la ciudad. Le da un buen repaso al casco antiguo y te descubre terracitas muy chulas un poco más alejadas del jaleo del centro. Si hubiéramos tenido un poco más de tiempo estoy segura de que las habríamos probado todas.
6. Rectorado de la Universidad de Ljubljana
Fuera de la isleta del casco antiguo te recomiendo que te des una vuelta por el Rectorado de la Universidad de Ljubljana. Es un edificio precioso que tiene más pinta de mansión que de oficinas universitarias.
7. Metelkova
Es la zona más alternativo de Ljubljana y donde encontrar un buen ambiente nocturno. Está repleta de street art, así que si te gusta el arte callejero, lo vas a disfrutar mucho. A mí me recordaba a Tacheles (el edificio okupa de Berlín que cerraron hace poco) pero con menos vida y sin turistas.
Sin duda, Metelkova es el centro de la cultura underground de la ciudad, pero sin el punto exhibicionista y turístico que llegó a adquirir Tacheles. Me dio la impresión de que era más puro, más natural, menos impostado quizá.
Una vez que entras, te topas con el Hostel Celica. Ahí nos contaron que todos los pabellones fueron en su momento como un cuartel militar y que el hostel era donde se encontraba la prisión. Aunque no pudimos ver ninguno de los talleres por dentro, el museo al aire libre que han montado es más que suficiente para hacerte una idea de la esencia de Metelkova.
8. Parque Tívoli
Es el pulmón verde de Ljubljana y uno de los puntos de encuentro de la ciudad. Es el lugar favorito de los ljubljaneses para pasear, disfrutar del aire libre, montar en bici… Dentro hay un invernadero, una biblioteca para leer al aire libre y se organizan exposiciones y eventos.
Este enorme parque público es un punto de encuentro clave en la ciudad. Su paseo central también fue proyectado por Plečnik, y en él se pueden ver exposiciones temporales. En el Parque Tívoli no solo encontramos gente caminando, en bici y disfrutando del aire libre; también se puede visitar un invernadero, leer en una biblioteca al aire libre, nadar en la piscina, asistir a eventos, etc.
9. Club Neboticnik
La terraza del club Neboticnik es uno de los puntos más famosos de Ljubljana. Alejado del bullicio del casco antiguo, este rascacielos fue una de las recomendaciones de nuestra querida recepcionista del hostel. Una cerveza, un zumo de tomate, unas vistas increíbles de Ljubljana y el castillo y wifi, ¿qué más necesitábamos para acabar el día?
Más o menos esto es todo lo que tienes que ver en Ljubljana en al menos un par de días. Nos quedaron muchos lugares en el tintero, pero como dije al principio: Eslovenia merece un roadtrip en profundidad.
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2 Comments
Alfonso (the world thru my eyes)
21 junio, 2013 at 17:29Hace un par de años en un viaje por europa …. tuve la opción de invertir un día en Ljubljana … pero lo desestimé … creo que equivoqué …
Adema´s de allí es uno de mis compañeros de viaje que me acompañó en mi viaje Moscú – Pekín, luego él fue a otro destino y yo continué a Shanghai pero siempre quise visitarle en su casa.
Un abrazo!
Marta Aguilera
5 julio, 2013 at 11:31Alfonso, cuando puedas dale una oportunidad!! Y si además tienes anfitrión… ¡¡a qué estás esperando!! 😛
Un abrazo!