Cajón de sastre

FAADA: practica el Turismo Responsable

28 abril, 2015
Costa Rica

Ser un turista responsable con el medio ambiente y los animales está en tu mano. Así nos lo hace saber Turismo Responsable de FAADA con sus campañas de concienciación sobre el respeto y los impactos negativos que algunas de las actividades turísticas más típicas tienen sobre los animales.

Turismo Responsable con los animales es una iniciativa de la Fundación FAADA cuyo objetivo es informar a agencias de viajes, turistas y otras empresas del sector, sobre las consecuencias del uso de animales en el sector turístico, lo que conlleva muchas veces a la desaparición de especies gravemente amenazadas. En definitiva, su intención es promover una industria turística más respetuosa con la naturaleza.

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Delfines en libertad. Foto: Turismo Responsable FAADA

Desde esta campaña, la ONG ofrece alternativas éticas para turistas y profesionales del sector que quieran conocer a los animales de manera responsable y apoyar el trabajo de santuarios y centros de rescates reales. Por ello, han elaborado un cuidado y detallado mapa donde tenemos acceso a esos lugares que trabajan y colaboran de forma ética y responsable con los animales. Así que en el caso de que quieras visitar algún centro de rescate o una reserva en cualquier parte del mundo, puedes consultarlo en su mapa y así, seguro, que no contribuyes con el maltrato animal.

Cuándo NO practicamos turismo responsable

Hay muchas situaciones en las que participamos en el maltrato animal sin darnos cuenta. Actividades que realizamos pensando en pasar un buen rato y con la motivación de hacer que nuestros hijos aprendan sobre la vida y costumbres de los animales. Solo voy a enumerar unas cuantas, en las que más fácilmente podemos caer, pero tienes muchas más en el dossier elaborado por FAADA.

1. Delfinarios. ¿Cuántas veces hemos pensado en ir a ver un espectáculo con delfines? Son tan adorables… Pero no todo es tan bonito como nos lo hacen ver. “La ciencia ha demostrado que estos inteligentes animales sufren enormemente en las condiciones limitadas de los delfinarios y los niveles de estrés y mortalidad son muy elevados”, reza FAADA en su dossier de demanda. Continúa diciendo que “estos espectáculos circenses”, en los que realizan comportamientos antinaturales y que pueden dañarles físicamente, se consiguen manteniendo a los animales en un estado de hambre permanente para que actúen al son del entrenador a cambio de un trozo de pescado muerto.

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Show de delfines. Foto: Turismo Responsable FAADA

2. Paseos en elefante. Pasear a lomos de un elefante es una actividad atractiva y emocionante para el turista. Es una forma segura de estar piel con piel con uno de los animales terrestres más grandes del planeta. Sin embargo, para conseguir que el elefante sea manso y acate las órdenes de sus ‘cuidadores’, se han vistos sometidos a actos terriblemente crueles, como encadenamientos o la privación de contacto con otros elefantes. El resultado son graves dolencias en los pies, artritis, etc. Piénsalo bien antes de decidir dar un paseo en elefante, porque actividades como esta no te van a enseñar nada acerca de su hábitat ni forma de vida.

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Paseo en elefante. Foto: Turismo Responsable FAADA

Y ahora quería hablarte del Pajaan, un tipo de adiestramiento muy cruel y, por desgracia, muy extendido en Tailandia que consiste el quebrantar el espíritu’ de los animales “para convertirles en seres sumisos y totalmente incapaces de desobedecer las órdenes de los humanos”, informa FAADA en su dossier. Esta mala práctica se consigue separando a las crías de elefante de sus mamás, “encerrándolos en jaulas donde no se pueden mover y golpeándolos durante varios días con palos que llevan clavos afilados”, explica. Si el animal se revela, se incrementan los palos e incluso se les golpea en zonas tan sensibles como los ojos y las orejas. Estos episodios son tan traumáticos que “después del pajaan siempre tendrán miedo a los humanos, y por miedo harán lo que estos les pidan”, sentencia FAADA en su dossier.

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Elefante encadenado. Foto: Turismo Responsable FAADA

3. Zoos y acuarios. ¿Te imaginas pasar toda tu vida encerrado en una jaula o una pecera gigante? Por muchos cuidados que te den o te alimenten con los mejores manjares, te están privando de lo más importante para ser feliz: la libertad. ¿O acaso ese tigre, jirafa, hipopótamo, mono… no sería más feliz viviendo de forma natural en su hábitat? Y no hablemos del hecho de sentirte observado diariamente por humanos, que no forman parte de tu grupo social y perturban tu bienestar con sus flashes y ruidos. La próxima vez que queramos ir de excursión a un zoo o un acuario, parémonos a pensar en que los animales sufren mucho viviendo en cautividad.

4. Centros de tigres. Recordemos que cualquier interacción forzada entre animales salvajes y personas es estresante para los animales y suele conseguirse a través de su domesticación con violencia”, cita el dossier de FAADA. Si te dan la oportunidad de darle un biberón a un tigre bebé o de poder tocar a uno adulto, desconfía. Si el animal en cuestión estuviera en su “sano juicio”, serías devorado. Les suelen drogar y quitar los colmillos de pequeños para que sean mansos y no ataquen al turista.

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¿Tigre que se deja acariciar en lugar de devorarte? Foto: Turismo Responsable FAADA

5. Safaris y avistamientos. Observar animales en su estado salvaje es una actividad que atrae muchísimo turismo, ya sea en safaris o en barcos para observar delfines y ballenas. Aunque muchos de los operadores de estas excursiones son responsables, otros acosan demasiado a los animales hasta alterarles y estresarles. Y todo porque en sus publicidades prometen al turista un porcentaje de avistamiento muy elevado (consejo: desconfía de la empresa si te ofrece algo así). A veces, los barcos o vehículos se acercan demasiado a los animales, van muy rápido, hacen ruido o hacen cambios bruscos de dirección, algo que les perturba sobremanera.

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Safari. Foto: Turismo Responsable FAADA

Y un largo etcétera de actividades que nos convierten en pésimos turistas como los encantadores de serpientes, los paseos en elefante, camello o burro, nadar con delfines, shows con loros, fotografías con monos y aves…

Después de la charla, hice un repaso mental de mi interacción con animales a lo largo de mi vida adulta (de niña no elegía yo) y creo que solo pequé visitando L’Oceanografic de Valencia. Debo reconocer que en cuanto estuve dentro, me arrepentí muchísimo al ver a las pobres belugas haciendo una y otra vez en mismo recorrido en unas peceras que nada tienen que ver con la inmensidad del océano.

También debemos saber diferenciar entre estos lugares en los que se explota económicamente a los animales y las reservas y centros de conservación donde se vela por preservar las especies en peligro de extinción o heridas. Estos son muy buenas opciones para visitar y conocer de primera mano la vida animal.

Por último, me gustaría señalar que no soy una fanática de los animales, ni si quiera de los domésticos, pero sí lo soy de la libertad; humana o animal, son igualmente respetables.

No hagas ni contribuyas con algo que no te gustaría que te hicieran a ti.

Recuerda que también puedes seguirme a través de mis redes sociales. ¡Te espero!

2 Comments

  • Reply
    alisetter
    29 abril, 2015 at 12:05

    Interesante, Marta, lástima que me perdiera la charla… estoy de acuerdo en buena parte, pero me surgen un par de reflexiones:

    -No siempre es fácil evitar estas situaciones, me explico: vas al Parque Nacional de Chobe, en Botswana, y lo normal es que subas a un barco para ver desde el agua a la fauna del parque que se acerca a beber a la caída del sol. En mi caso, no pude elegir y afortunadamente estuve en un barco que por ejemplo evitó acercarse a una gran manada de elefantes que iba a bañarse en esa hora mágica, precisamente para no perturbarles. Además, insistieron mucho en que nos calláramos por eso mismo… y otros barcos, no hicieron lo propio, y los elefantes se pusieron nerviosos y no se bañaron, o así lo interpretamos. ¿Se distinguían unas embarcaciones de otras por esa actitud de más o menos respeto? Quizá el Parque debería imponer ciertas reglas, y multas a quien se las salte.

    -Camellos: me ha llamado la atención… este animal, al menos en el desierto, se cría para dos cosas: carreras deportivas (con jinete encima) y para carga, que es su función tradicional en las culturas beduinas y nómadas. ¿Un paseo en camello puede hacerle sufrir? No digo que no, eh? simplemente hago esta reflexión. Probablemente sí en el caso de los dromedarios que están en centros turísticos dedicados única y exclusivamente a acarrear turistas durante muchas horas al día. Probablemente no, si estás en un campamento beduino de Omán en el que con suerte lían a unos cuantos de los pocos turistas que llegan hasta allí, para hacer 1 paseo al día.

    En fin, siempre intento ir con cuidado… me pasa como a ti, quiero respetar a los seres vivos, que además creo que deben vivir en la naturaleza (por eso no me gustan las mascotas), y me fascina verles porque son parte de este mundo… tengo claro que hay que evitar zoos y centros turísticos donde es muy probable que se estrese / fuerce al animal para dar servicio a los visitantes, pero hay situaciones que no las veo tan claras, y no sé si eso significa que soy una “pecadora”, ni quiero negarme a hacer determinadas actividades como los safaris porque entonces pierdo la oportunidad de disfrutar de la Naturaleza.

    • Reply
      Marta Aguilera
      29 abril, 2015 at 12:30

      Muchas gracias por tus reflexiones Ali! Este tema siempre levanta dudas sobre muchas cosas.
      or lo que nos dijeron en la charla, los safaris se pueden hacer sin ningún problema, al igual que avistamientos. El problema está cuando el humano interfiere en la vida del animal para que el turista lo vea. Por eso desde Faada recomiendan que si quieres hacer alguna de estas actividades que no están tan claras, les consultes y ellos te orientan sobre las empresas que sí son responsables en esa zona concreta o te dicen con quién se puede contactar para esa orientación. Igualmente piden que si has contratado algo y te ha parecido que no era responsable, se lo comuniques con fotos y testimonio.
      Respecto a los camellos, está más enfocado al maltrato que pueden sufrir para domesticarlos de cara al turista o incluso sacarles de su hábitat, creo yo. Pero ahora les pedimos opinión a ver qué nos cuentan.
      Un abrazo!

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