Chic-Aventureros, calzaos las chirucas y sacad la brújula porque nos vamos de Glamping Sí, sí, ¡cómo lo leéis!
El glamping es una forma de hacer turismo rural para tiquismiquis que como yo disfrutamos de la naturaleza pero nos da mucho asco despertarnos al lado de un escarabajo pelotero.
Atrás quedaron las incómodas y nada fáciles de montar (por mucho que Decathlon las llame “2 Seconds”) tiendas de campaña. Lo más trendy en el sector son las yurtas (habitaciones redondas de madera), los tipi (con forma cónica como las de los indios americanos), los lodge (cabañas de madera), los iglús o las casas árboles.
Son verdaderas habitaciones de lujo en plena naturaleza. Nos permiten conectar con nuestro yo más verde y salvaje sin necesidad de acabar con la espalda hecha un siete ni de arrimarnos al árbol más cercano porque no nos da tiempo de llegar al baño. Los camping de lujo convierten estas inclemencias en espaciosas habitaciones con camas confortables y modernos baños privados.
Nuba, agencia española pionera en esta forma chic de hacer campismo, asegura que África, Indonesia y Chile son los mejores lugares del mundo para ir de glamping. ¿Te imaginas una acampada de lujo en pleno desierto de Atacama o un safari por Kenia?
Desde su página web, Nuba nos anima a probarlo tentándonos con “un mayordomo que espera en la lujosa tienda pendiente de que todo esté en orden y a tu gusto tras un día de trekking en la jungla de Indonesia”. O con cosas que nos facilitan tanto la vida como “luz eléctrica, aire acondicionado, wi-fi o televisores de plasma”. Además, garantizan exclusividad con un máximo de de seis huéspedes por campamento. Con estas razones, ¿quién puede resistirse?
Y si necesitas un motivo más allá del lujo y el bienestar, el glamping se enmarca dentro del conocido eco-turismo, es decir, “es más sostenible que un hotel”, asegura David Troya, director y co-fundador de Glamping Hub. “Con frecuencia los campamentos de glamping están alimentados con energías renovables e integrados en el entorno”, matiza.
“El perfil del glampista o glamper es muy variado”, explica Troya. “Podemos encontrar desde parejas, hasta familias o grupos de amigos”. Pero sin lugar a dudas, las que más iniciativa tienen a la hora de reservar este tipo de alojamientos son “las mujeres de 30-55 años con un nivel socio-económico medio-alto”, asegura.
En cuanto al precio, hay para todos los bolsillos. Desde 130 euros por noche en “una fantástica yurta privada con piscina en Hoopoe Yurt Hotel (Málaga)”, explica David Troya, hasta más de 1.000 dólares en Paws Up, un campamento de lujo en EEUU.
Para disfrutar de tu próxima aventura te animo a visitar Go Glamping, una web donde puedes encontrar información y seleccionar el destino que más te guste según las actividades que ofrece o las vistas con las que prefieras despertar. Muy pronto Glamping Hub tendrá disponible su red de reservas online para disfrutar de una experiencia única y diferente, pero mientras te ofrecen una selección de las mejores zonas de glamping del mundo para que decidas donde ir.
Y por si alguno ya está imbuido por el espíritu de Dora la exploradora y le apetece probar, David Troya nos recomienda Canvas Hotel en Noruega, Ecobeach en Australia o Cloud House en la Sierra de Ronda (Málaga) para iniciarnos en el campismo chic.
Y con todo esto, a mí solo me queda declararme ¡futura glampista! ¿Alguien se apunta?
Recuerda que también puedes seguirme a través de mis redes sociales. ¡Te espero!
*Publicado anteriormente en El Armario de Mamá, donde colaboro con artículos de viajes y tendencias.
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