Liepāja y el cabo Kolka ponían fin a nuestra pequeña ruta de dos semanas por las Repúblicas Bálticas. Como ya eran los últimos días y nuestra energía ya estaba bajo mínimos, lo único que nos apetecía era dejarnos llevar y no pensar mucho en qué ver o hacer. Y así fue como terminamos en Liepāja, una ciudad portuaria localizada en la costa este del mar Báltico.
Aunque es la tercera ciudad más grande Letonia, no se caracteriza por sus destacados ni importantes monumentos. Sin embargo, su interés radica en el ambiente musical y cultural que desprende. En ella se celebran importantes festivales y conciertos, y además está plagada de clubes en los que disfrutar de la buena música.
Liepāja es una convivencia muy bien avenida entre los restos de sus orígenes industriales con los locales y restaurantes más modernos. Sin duda, es la ciudad perfecta para veraneantes que huyen del calor y buscan relajarse bajo el sol y la calidez de sus arenosas y amplias playas.
Ruta musical por Liepāja
Su incipiente movida musical, también es un plus para el visitante y lo han sabido explotar muy bien gracias a las rutas musicales que tienen preparadas y que están conectadas entre sí. Los pocos turistas que estábamos por allí parecíamos salidos de una gymkana a la caza de notas musicales.
Primera parte de la ruta
Comenzamos en Rose Square, el corazón de la ciudad y donde está situada la oficina de turismo. Esta plaza albergó el mercado entre el siglo XVIII y principios del XX. Entonces, decidieron cambiarlo de sitio para transformar este lugar en un bonito y colorido jardín construido con 500 rosas. De ahí el nombre de la plaza.
La ruta es muy fácil: basta con seguir el orden de las notas musicales. Así que nuestra siguiente parada es Do, que se encuentra en el paseo de la fama de los músicos letones. Esta calle está formada por placas de bronce conmemorativas de bandas de música del país y por la escultura de una guitarra enorme.
La nota Re nos condujo hasta los talleres de los artesanos. Aquí se puede visitar el collar de ámbar más largo del mundo con 123 metros y 19,5kg de peso.
Seguimos la pista de las notas para llegar hasta la Mi, que se encuentra en Courlandian Square. Es la plaza más antigua de Liepāja y donde se organiza cada día el Mercado de Pedro o mercado central. Muy cerquita está la iglesia barroca de Santa Ana. Es la más antigua de la ciudad y su órgano es el tercero más grande de Letonia, por detrás del de la Catedral de la Santísima Trinidad de Liepāja y el de la Catedral de Riga.
Segunda parte de la ruta
En la nota Fa se encuentra el Ayuntamiento y la iglesia católica de San José, que en sus inicios era muy chiquitita y la ampliaron durante la reconstrucción del siglo XIX. En este punto es donde se puede continuar la ruta siguiendo las notas musicales o cambiar a la ruta de los instrumentos.
Elegimos seguir los instrumentos y esta opción nos llevó hasta Seaside Park. Este enorme y cuidado parque separa el centro de la ciudad de la playa. Aquí se encuentran las placas de cuatro instrumentos musicales: el tambor, la trompeta, el saxo y el violín.
En el primer punto encontramos la escultura gigante de una batería. Otro ejemplo más, junto con la guitarra que comentamos al principio, que coloca a Liepāja como capital de la música. Adentrándonos un poco en el parque encontramos un escenario al aire libre. Aquí se celebró, durante 30 años, el festival de rock más importante durante la época soviética.
Con sus 3 km de longitud, 70 hectáreas y acceso directo a la playa de Liepāja, Seaside Park es uno de los mayores orgullos de la ciudad letona, junto con la susodicha playa de finísima arena blanca y la posibilidad de encontrar piezas de ámbar si prestas atención al suelo. Pero lo mejor de todo es disfrutar de la puesta de sol.
Tercera parte de la ruta
Una vez visitados todos los instrumentos, toca volver a las notas. Salimos del parque y seguimos la ruta hasta el símbolo de Pauze que se encuentra en Kurmājas Prospect. En esta calle residencial hay varios edificios Art Nouveau y varias esculturas características de Liepāja, como la del hombre colgado de una antena.
Las notas La y Si nos llevan de paseo por el puerto de la ciudad, un lugar bastante inhóspito. Por último, llegamos al Do, que es donde está la Catedral de la Santísima Trinidad, que alberga el órgano mecánico más grande del mundo. Se puede subir a lo alto de la torre y contemplar la ciudad desde las alturas. Algo que nosotros no pudimos hacer porque estaba cerrado.
Desde aquí regresamos hasta el punto de partida y enganchamos con la tercera ruta que une la nota Fa con Pauze a través del Sol. Esta mini ruta pretende mostrarnos la calle Tradesmen, una calle peatonal que fue reconstruida íntegramente con el dinero que sacaron de la celebración del festival de música “We are for Liepāja” durante la década de los 90.
¿Qué te ha parecido esta divertida ruta cazando notas e instrumentos musicales? Sin duda, una forma muy entretenida de conocer una ciudad.
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