Que la cocina es un arte y que cómo en el norte no se come en ningún lado, no es ningún secreto. Así que después de probar suerte en la escuela de hostelería de Artxanda, me aventuré a comprobar si eso que dicen de que en los batzokis se come fenomenal y a buen precio era cierto.
Pero, ¿qué son los batzokis? Son las sedes políticas y sociales del Partido Nacionalista Vasco donde no solo se reúnen los miembros del partido, sino que también suele haber un bar-restaurante abierto al público independientemente de su ideología.
El primer batzoki lo abrió Sabino Arana en 1894 en el número 22 de la calle Correo en Bilbao y con él se empezó a gestar el PNV. Actualmente hay más de 200 repartidos por el País Vasco y Navarra.
Pero más allá de implicaciones políticas y militancias de partido, merece la pena parar en un batzoki y degustar esa rica comida casera que tanta fama les ha dado. Nosotros fuimos al batzoki de Elorrio aprovechando nuestra visita a esta pequeña villa del Duranguesado.
Su decoración, muy sencilla y cuidada, destacaba por la gran bandera del Athletic que presidía el pequeño comedor y por otras banderas rojiblancas que decoraban parte del techo. Lo que no sé es si semejante despliegue se debía a que al día siguiente jugaban en San Mamés o ya era parte de la decoración fija del local.
En la puerta se anunciaban dos tipos de menús: el del día por 8,90€ con postre, y el de fin de semana por 18,50€ con postre y café. Pero acabo de ver en su página web que salen precios bastante diferentes, no sé si porque está desactualizada o porque en los últimos quince días se han replanteado los precios.
Como fuimos un sábado, tuvimos que ajustarnos al menú de fin de semana en el que nos dieron a elegir entre tres platos de primero y dos de segundo. Aquí va lo que escogimos:
De primero nos decantamos por unos espárragos a la plancha sobre salsa de txipirón y arroz meloso con hongos y setas. Estaba todo buenísimo. El arroz en su punto y los espárragos sin esas molestas hebras.
De los segundos no puedo hablar tan bien pues de los dos platos que proponían no me gustaba ninguno: bacalao al horno con salsa americana y lengua de ternera estofada en salsa. A Pablo le encantó el bacalao pero a mí la lengua no demasiado. Y no porque estuviera mala, sino por su textura, forma… no sé.
Para el postre teníamos cinco opciones. Y aunque estábamos dudando entre el brownie y el bizcocho de yogurt, al final ganó este último porque el día anterior habíamos hecho brownie y aún teníamos en casa. Este os lo vais a tener que imaginar, porque antes de darme cuenta y poder hacerle la foto, mis amigos ya se habían lanzado a por él y quedaban solo las miguitas. Estaba muy tiernecito y lo habían acompañado de nata montada y sirope de caramelo. Un festival de calorías y colesterol no apto para corazones delicados.
La experiencia en el batzoki, a pesar de la lengua estofada, fue bastante satisfactoria. El ambiente cálido, familiar y tranquilo, invitaba a una buena sobremesa antes de continuar nuestro paseito por el casco de Elorrio.
Aunque la actividad principal de esta localidad vizcaína es la industria, su cuidado casco, las casas blasonadas y varios palacios hacen de él un atractivo destino para pasar el día y disfrutar de un agradable paseo.
Lugar: Batzoki de Elorrio
Dónde: C/Urarka, 13 (Elorrio)
Tel.: 94 655 02 29
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Vaya, asi que estuvisteis en mi pueblo, que os parecio
Tienes un pueblo muy bonito Oskar! Nos gustó mucho y nos quedamos con ganas de más!! Gracias por pasarte!! =)
Me alegro mucho de que os gustara, hace años solia venir a veranear el difunto Fraga, y fue este el que le dio dos titulos al pueblo, el de muy noble y muy leal villa de Elorrio y el de Monumento artistico nacional.
PD:A mi la lengua tampoco me gusta por la textura que tiene 😉
Nunca está de más conocer un poco de historia!! Gracias por la información Oskar!!!
No a la lengua! 😛
Pues me he quedado con las ganas de ver la foto de ese postre… jejeje. La verdad es que no tiene mala pinta el lugar aunque creo que los segundos de ese día tampoco me hubieran conquistado. 🙂
Un saludo,
Sonia.
Jajaja, no te puedes imaginar el asquete que me dio la lengua… Mi amiga al final también tuvo que dejar de comerla por los comentarios que le hice al respecto jaja.
Un saludo!!!