Cuando pienso en los molinos de viento, es inevitable que me venga a la mente Don Quijote de La Mancha. En concreto esa escena en la que el valiente hidalgo se encaraba contra las aspas de los molinos movidas por el viento creyendo luchar contra los gigantes. Desde entonces, siempre he querido visitarlos, y hace unas semanas tuve la oportunidad.
En Castilla-La Mancha se pueden encontrar molinos de viento, en mejor o peor estado, en muchos sitios. Los más famosos son los de Campo de Criptana, Tembleque, Consuegra, El Romeral, Mota del Cuervo y Alcázar de San Juan. Fue precisamente en este último donde me acerqué a ellos para aprender un poco más sobre su funcionamiento y la historia de este bonito pueblo en el corazón de la mancha.
Molinos de viento de Alcázar de San Juan
El Cerro de San Antón está coronado con los molinos de viento de Alcázar de San Juan. Fierabrás, Rocinante, Barataria y Barcelona son los 4 de los 19 molinos de viento que se conservan hoy en día. Su funcionamiento era muy sencillo: gracias a la energía generada por el viento muelen el grano para obtener la harina.
Dos de ellos son museos. Uno es un Centro de Interpretación del Paisaje Manchego y en el otro se puede ver una reconstrucción de la maquinaria original del molino del siglo XVI. Aunque ninguno de los molinos se utiliza como tal, este último sí realiza moliendas tradicionales en fechas destacadas.
Para los alcereños este pequeño cerro es además uno de los lugares más especiales de la zona. En días despejados se alcanza a ver el mar de La Mancha. Nosotros no tuvimos esa suerte, pero sí pudimos comprobar que es el mirador perfecto para contemplar el horizonte manchego.
El molino de viento
Trabajar en un molino de viento era una tarea dura y temporal. Requería de una gran fortaleza física para transportar la harina o el cereal, así como para mover las piedras. El molinero trabajaba en épocas concretas, normalmente tras la cosecha y solo cuando hacía viento.
Los molinos de viento de Alcázar de San Juan están distribuidos en tres plantas:
- La plata baja es conocida como silo. Aquí se dejaban las mulas y se almacenaba el grano. Además, es donde se encuentra la escalera de caracol que da acceso a las otras dos plantas otras plantas.
- La primera planta es la camareta. Es la parte intermedia del molino. El lugar donde se limpiaba el grano, y donde se guardaban los lienzos de las aspas y los utensilios de molienda. También se utilizaba para recoger la harina.
- Por último, en la parte alta se encuentra el moledero. Aquí está la maquinaria y es por donde entra el viento, la única energía que hace funcionar todo el mecanismo del molino. En cada ventana aparece el nombre del viento que sopla: cierzo, toledano, solano alto…
¿Conoces los molinos de viento de Alcázar de San Juan? Son una parada imprescindible si decides hacer una visita a esta zona de La Mancha.
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