Lisboa sabe a marisco, huele a río y suena a adoquines y tranvías. Casas de colores y empinadas cuestas adornan las calles de la capital lusa. Y aunque no es muy grande, la capital portuguesa no da para un fin de semana, o al menos a mí se me quedó corto.
Barrios de Lisboa
La Baixa
Encajada entre las colinas donde encontramos el Castillo de San Jorge y el Barrio Alto, la Baixa es la zona principal del centro histórico. No tiene pérdida: va desde la Plaza del Comercio a orillas del Tajo, hasta la Plaza del Rossio. La primera plaza me entusiasmó. Está situada al final de la rua Augusta, detrás de un precioso arco de piedra. Es una plaza abierta con una vista del río impresionante.
Una buena manera de conocer la zona es pasear por sus calles, que al ser rectas y cuadriculadas no dan lugar a pérdidas. La principal es la peatonal rua Augusta, llena de tiendas, músicos callejeros y malabaristas. Desde el Rossio hay acceso a la rua Portas de Santo Antao, donde hay numerosos restaurantes. Me recomendaron uno: Casa do Alentejo. Las inclemencias meteorológicas me impidieron llegar hasta él, pero estoy segura de que la persona que me lo recomendó (por bueno y económico), no se equivoca. Y si eres de los que “arriesga” provando cosas típicas, ponte en la cola para probar un chupito de licor de guindas en la Ginjinha (situado en una boca calle junto a la plaza del Rossio).
Otra de las atracciones de la capital de Portugal es el elevador de Santa Justa, localizado en la rua Santa Justa (paralela a la rua Augusta). Es un ascensor tradicional de hierro forjado de finales del pasado siglo que conecta la Baixa con el Barrio Alto.
Los amantes del marisco y de la buena cocina en general no pueden irse sin pasar por UMA, una marisquería en la rua Dos Sapateiros semiesquina con rua Santa Justa. Hay que reconocer que el exterior es cutre y no invita a entrar, pero el arroz con marisco es una delicia y además a muy buen precio.
Alfama
Lo mejor para subir a este barrio es coger el Tranvía 28, que lleva funcionando desde 1914. Una parada en pleno centro es en la rua Conceiçao entre la Augusta y Dos Sapateiros. Lo mejor es subir hasta el Castillo de San Jorge, desde donde hay unas vistas preciosas de la ciudad, y de ahí ir bajando hacia la Sé (catedral lisboeta). Alfama es un barrio de empinadas y laberínticas callejuelas y casitas pintorescas. Aquí dejo otra recomendación culinaria y de ocio: Chapito (rua da Costa do Castelo, 7). Es un centro cultural con restaurante y bar incluidos. Además hacen exposiciones, obras de teatro… Lugar curioso donde los haya y comida deliciosa: fondue de carne con verduras.
Barrio Alto
Es el barrio de los bares de copas por excelencia. Está al lado del Chiado, una zona chic y llena de tiendas. Al final de la rua Garret encontramos A Brasileira, el café literario lisboeta, con una escultura de Fernando Pessoa (famoso escritor portugués y tertuliano del café) en la entrada.
Recomiendo un bar de cócteles muy pintoresco y diferente: Pavilhao Chines (Rua Dom Pedro v 89). Es una pieza de museo en sí mismo, algo recargado, pero estoy segura de que no podrás dejar de buscar cosas en cada una de sus paredes.
Belem
Está un poco más alejado, pero en el Tranvía 15 o autobús 28 desde la plaza del Comercio, se llega en 20 minutos. Encontramos tres de los monumentos más representativos de la Ciudad: la Torre de Belem (Monumento Nacional en 1910) y el Monasterio de los Jerónimos (dos ejemplos de la arquitectura gótica manuelina típicamente portuguesa) y el Monumento a los Descubridores. Y si eres goloso, no puedes irte sin probar los famosos pastelitos de Belem.
Si estáis pensando en pasar unos días por Lisboa, os recomiendo el Lisb’on Hostel. Está en pleno centro, es económico, está nuevo y decorado con mucho gusto. ¡Fue todo un descubrimiento!
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*Muy cerquita de Lisboa, para aquellos que viajan con algo más de tiempo, se encuentra Sintra, una ciudad preciosa llena de castillos de la que también hablo en el blog.
La Zapatilla: Lisboa, mosaico de Portugal
Buenas recomendaciones! Me apunto los restaurantes para cuando vuelva a Lisboa porque es una ciudad que me encantó y a la que seguro que volveré.
Saludos
Hola Mari Carmen! Los restaurantes de 10. Si cuando vuelvas te animas a comer en alguno, ¡¡ya me dirás!! El mejor UMA sin lugar a dudas 😉
Un saludo!!
Yo llevo viajando a Lisboa 20 años dos veces al año y cada vez que voy descubro algo nuevo.No dejéis de ir a ver un espectáculo de Fado a Esquina de Alfama en Alfama maravilloso….
Tomo nota Anamary!!
Un saludo 🙂
Somos amantes de la ciudad de la luz y este artículo nos ha gustado mucho. Compartimos 🙂
Estoy barajando la idea de irme a Lisboa unos meses y leyendo tu crónica me apetece cada día más.
Aquí sigo trabajando en la entrevista :).
un beso!
Jesús Martínez
vero4travel
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